
Pero no hay que equivocarse con The Ting Tings. Aunque We Started Nothing no es una obra maestra, está lejos de ser el producto de un experimento desechable. La versatilidad vocal de White es tan grande que a ratos parece intérpretes distintas (la frenética ‘Shut Up And Let Me Go’ poco tiene que ver con la sentida ‘Be The One’), pero la cohesión sonora que genera De Martino, quien además ofició de productor, hace que estos contrastes fluyan y conviertan al disco en todo un divertimento para oídos desprejuiciados.
*Publicado en Extravaganza! Julio 2008
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