22.6.11

Colectivo Etéreo: "Hasta hicieron un grupo de Facebook para que nos reuniéramos"

Siete años de existencia, cuatro miembros, dos temporadas sin tocar en vivo, un disco de estudio y otro por venir. Son los números del regreso de Colectivo Etéreo, una de las noticias más coloridas del oscuro invierno en Santiago de Chile.

“Tenía que pasar un tiempo para que nos picara de nuevo el bichito”, dice Prospegto Arkano. Tras un par de años inactivo, su grupo, Colectivo Etéreo, anunció que dará dos shows antes de que Menda (MC del cuarteto) viaje becado a Wollongong, Australia, para estudiar Producción de Eventos durante un semestre. “Era necesario darnos un descanso para que naciera en nosotros nuevamente la necesidad de sacar nuevas canciones y no hacerlas presionados por el público”, afirma el músico.

Con rodaje en vivo desde su génesis en 2004, la banda editó tres temporadas después “Ijniaaa!!!” (bájalo acá), debut fácil de considerar entre los más efervescentes y propositivos de la década pasada en Chile. Ante la buena acogida, las expectativas en torno al grupo, un segundo álbum y la continuidad del proyecto no se hicieron esperar, aunque nadie contó con la astucia de sus miembros. “No estábamos ni ahí con eso porque nosotros tocamos y hacemos canciones por necesidad, no para satisfacer a alguien. El disco fue la culminación de un proceso y no el inicio de uno”.

Los cuatro integrantes de Colectivo Etéreo se desperdigaron, cada uno transformado en solista y lanzando material de incuestionable calidad, como el álbum “Happy Habbibi” (2009) de Prospegto Arkano -bajo el seudónimo Tonossepia-, “EnlaVariedasTalGusto” (2010) de MC Menda o “Período” (2011) de Dadalú. Pero, durante los dos años que no tocaron en vivo, las consultas sobre su banda inicial fueron más que habituales. “Mis amigos me hueveaban caleta y hasta hicieron un grupo de Facebook para que nos reuniéramos”, cuenta Dadalú.

“A veces, cuando estoy aburrido, me googleo. Y una vez encontré un post de estudiantes de enseñanza media, escrito con letras pokemonas, minúsculas y mayúsculas, minúsculas y mayúsculas, donde alguien preguntaba quién cachaba a Colectivo Etéreo y había respuestas del tipo ‘ay sí, me encantan, me acompañan cuando voy al colegio’”, complementa Arkano. Sale a relucir, entonces, el condimento de nostalgia que tiene este retorno; pese a que la data no es tan extensa, los tiempos avanzan hoy más rápido que nunca y lo que pasó hace apenas cuatro años ya es mirado con añoranza mediante el retrovisor.

La banda sabe que hay una base de seguidores que la echa de menos, pero también nota que hay otros que llegaron tarde a su música y ahora están deseosos de comprobar en terreno la experiencia de verlos actuar. “Yo tengo una teoría al respecto de cómo ha germinado eso. Antes de lanzar “Ijniaaa!!!” y de tener eventos más bacanes, nos dedicamos a tocar y tocar donde fuera, con quien fuera. Ahí distribuimos muchos demos, entre 100 y 200, y los regalamos por aquí, por allá. Creo que eso es un factor importante en lo que está ocurriendo”, aventura Menda.

“Los tiempos han cambiado desde que empezamos hasta ahora, no había Facebook ni la apertura actual que ofrece internet, con otros países pescando la música chilena, una cosa más abierta al mundo. Colectivo Etéreo apareció en un momento en que no existía nada de eso. Ahora los blogs y la gente que opina sobre música han cobrado mucha importancia, el panorama está súper diferente. También por ahí va esa nostalgia de la gente que se interesaba en nosotros cuando escucharnos era un poco más difícil y relacionado con ir a la tocata. Hoy en día puedes seguir a un grupo y ni siquiera ir a verlo en vivo”, asegura Dadalú.

Para no quedarse atrás, Colectivo Etéreo prepara su segundo álbum, aunque varios de los temas que contendrá existen desde antes de que el grupo se congelara y fueron estrenados en vivo en sus versiones primitivas (canciones como ‘Lo Real’, ‘Te Extraño’ o ‘Washuleru’, rebautizada con el nombre de ‘Extremadamente Rap’). La idea del cuarteto es avanzar hasta el viaje de Menda, dejar listo al menos un adelanto del trabajo y liberarlo para descarga gratuita en algún momento del segundo semestre. “No tenemos un plan o una fecha establecida como meta”, advierten. “Tampoco nos importa, estamos haciendo canciones porque somos amigos y nos gusta la música, vamos a tocar para divertirnos. Y de que el disco va a salir, va a salir”.

20.6.11

Corderolobo - Corderolobo

“Me congelé para verlos pasar, pero no sé cómo volver”, canta Corderolobo en ‘Congelados’, la tercera pista de las ocho que contiene su homónimo estreno en sociedad, cuyo séptimo surco (‘Desarmado’) asegura que “mientras haya música, habrá que bailar”. Es como si hablara sobre sí mismo, de su permanencia entre compases, ritmos, melodías y armonías tras ver claudicar a muchos compañeros de ruta que optaron por una vida estable. Porque Corderolobo no es más que Carlos Vargas, ejecutor de casi todos los instrumentos que suenan en su debut solitario, pero conocido primero como guitarrista y cantante de Yupisatam, banda que en sus diez años de vida (1997 – 2007) siempre estuvo a punto de conseguir más notoriedad de la que finalmente gozó.

Dos ex miembros de Jirafa Ardiendo son los únicos músicos invitados a este registro, aunque con disímiles niveles de protagonismo. Nicolás Moreno (Rojo Cinco 3 Veces) actuó en calidad de productor, bajista y batero; mientras Arturo Rodríguez (Rodriguistas) figura como responsable del piano de ‘Mas’, deudor hasta la eternidad de Claudio Parra de Los Jaivas. Es que el álbum de Corderolobo es –en el mejor sentido de la expresión- un amigo de lo ajeno, que toma prestado para contemplar, transformar y devolver. Por eso, en la canción ‘Comino’, Vargas samplea ‘Que Onda Guero’ de Beck, artista con el que se identifica por su asimilación de confesas influencias, procesadas todas con creatividad y sin complejos.

Justamente de esa clase de inventiva vive Corderolobo, bajo ningún punto de vista un virtuoso instrumentista, pero sí un cantautor inteligente a la hora de disponer sus ideas y defenderlas, ya sea con guitarra eléctrica o charango en las manos. ‘Lo Que Veías Venir’ suena al Gepe de “Gepinto”, así como ‘Desarmado’ a los temas rabiosos de “El Resplandor” de Carlos Cabezas, aunque –más que una imitación- las semejanzas son síntomas del ejercicio de estilo que Vargas establece a lo largo del disco; un peregrinaje hacia el auténtico sentido de ese maltrecho rótulo que es la canción de autor: ser personal y espontánea. Y la paradoja de encontrarse a uno mismo es que, por necesidad, debe ocurrir a través de otros.

8.6.11

¿Qué significa POTQ?

“¿Qué significa POTQ?” es una de las preguntas que más veces he tenido que responder en los últimos años, desde que empecé a escribir en esta página a comienzos de 2008, cuando ya era una punto ce ele y estaba recién cambiando el switch respecto a su anterior formato como vitrina para bajar discos y DVDs. Usualmente cuento que el nombre está formado por las iniciales de ‘Part Of The Queue’, una canción de Oasis del disco “Don’t Believe The Truth”, que habla sobre ser uno más dentro de la muchedumbre. Así despejo la duda.

Aunque ésa sólo es una verdad a medias.

Una menor cantidad de veces, cuando la persona al frente mío demuestra interés, me quedo explicándole lo que de verdad significa POTQ. Es un concepto que, en realidad, se profundiza con el tiempo y tiene que ver con lo que vamos aprendiendo en el camino. Cuando Felipe Arriagada nuestro fundador y director general, creó la página, tenía en mente construir un lugar donde cada uno de los que son “part of the queue” (parte de la fila, de la cola, personas comunes y corrientes) pudiera sentirse como en casa y hablar sobre música.

Internet lo ha hecho todo más fácil. Editorialmente, es nuestra firme creencia que la excusa de que X banda o X disco son “muy raros” está obsoleta. El material está al alcance de la mano porque la red es una discoteca abierta. Otra idea que descartamos es la concepción de la melomanía como una competencia, para ver quién sabe más y poder jactarse del conocimiento acumulado. Sabemos, a ciencia cierta, que una de las mejores formas de vivir la música es compartiéndola y actuamos bajo aquel paradigma.

POTQ cumple seis años y se parece a un niño en que todavía está despertando al mundo y dándose cuenta de la cantidad de cosas que pasan a su alrededor. Además del gusto visceral que sentimos por la música chilena, nuestro interés en ella se basa en que nuestro país está lleno de gente común y corriente tocando, lanzando discos (muchos de ellos son gratis) y con los pies en la tierra. Arman tocatas a precios razonables y sólo necesitan medios para llegar al público. Nosotros queremos ser ese puente, por eso nos interesa tanto seguir creciendo y convocando a más personas. Si, al menos, un lector del sitio se anima a ir a una tocata o a bajar un disco por recomendación nuestra, sabemos que es un pequeño triunfo.

Pero también pensamos en grande y por eso nos inclinamos hacia la música popular, comprendida como una razón más para encontrarnos (entre nosotros y también a nosotros mismos). Nunca hemos titubeado en reconocer, en nombres como U2 o Coldplay, por ejemplo, a artistas generacionales cuya importancia va más allá de si nos gustan o no, aunque haya voces que se nieguen a aceptarlo. Tampoco creemos que sea válida la excusa de que X banda o X disco sean “demasiado famosos” para tomarlos en cuenta.

Porque jamás le daríamos la espalda a lo que alguna vez nos conmovió y apreciamos la importancia de la memoria común, POTQ siempre mantiene un ojo puesto en los clásicos, especialmente porque nos interesa darle contexto a lo que presenciamos ahora; a la influencia de la influencia de la influencia de lo que suena en la actualidad. Al ser testigos de la intrincada red de conexiones que existe en el mundo de la música, sólo conseguimos que cada canción nueva que descubrimos tenga valor agregado y nos seduzca más. Y también nos olvidamos de las odiosas etiquetas.

Aferrados a este credo, celebramos nuestros primeros seis años de vida con la satisfacción de ver crecer esta comunidad y el deseo ferviente de avanzar con paso firme para entregarles cada vez mejores contenidos. Nadie podría haber apostado que ese blog de descargas fundado en 2005 se convertiría en una de las páginas de música más visitadas de Chile. Pero así fue y aquí estamos, agradecidos por el apoyo de todos ustedes y comprometidos a seguir siendo “parte de la fila”, a seguir siendo POTQ, a seguir siendo y estando. Trabajaremos duro para que nada lo impida. Pueden darlo por hecho.