El piano de Lenny Kravitz, las rimas de Nach y ese coro asesino. Un flash inmediato al tiempo en que se me perdió el coraje. Es que me gusta la vida en el barrio, pero no quiero quedarme acá para siempre ni terminar como muchos que conozco. Cuando uno es propenso a las malas costumbres, tiene que saber alejarse del epicentro de la tentación. Por eso salgo poco a la calle. No es falta de ganas, sino el exceso de ellas. El exceso. Mi peor enemigo.
a. Mansotemachemimadre
ResponderBorrarb. Agh
sentimientos compartidos...
ResponderBorrarcomo que la cashe te shama ashí xD