28.2.09

Soy parte de la historia

Yo también me drogué en un concierto de Santana.

(Casi) En defensa de U2

U2 no es lo mismo de antes. Todos lo saben. El problema es que gran parte de la masa opinante de la web opta por la opción más fácil: destrozarlos, criticándolos por lo que sea. Claro, los irlandeses -Bono en especial- nos han dado motivos de sobra para ponerlos en tela de juicio y, para colmo, su última placa no hace mucho por reivindicarlos. A estas altura del partido, resulta más sencillo sumarse al odio generalizado que defenderlos, por algo hay tanto pitillo que proclama a los cuatro vientos detestarlos por (inserte motivo aquí).

En lo personal, creo que el último gran disco de U2 fue Pop y, desde su lanzamiento, ha transcurrido más de una década. Nada alentador para quienes todavía tengan fe en el cuarteto (que los hay y son muchos, aunque son despreciados por los "expertos en música" y se manifiestan principalmente llenando estadios). Sin embargo, hubo un momento en que otro gallo cantaba. Incluso yo lo olvidé, pero recobré la razón justo antes de caer en el discurso fácil y me detengo ahora a preguntar lo siguiente: ¿se acuerdan de Zooropa?, ¿alguien se ha dado cuenta de lo bien que han envejecido canciones como 'Numb'?

Si la respuesta es negativa, después no pregunten por qué U2 son tan populares o, peor aún, denosten al grupo diciendo que su éxito es injustificado. Ni se les ocurra.

26.2.09

Bow down to the king

¿Madurez? No, gracias.



25.2.09

Maestro



Tenía que subir esta canción alguna vez en la vida.

¡Agh!

Buenas noches, señor Spetz.



El Resplandor de Carlos Cabezas

No suelo usar la primera persona para hablar de música. Siempre he encontrado injusto que el protagonismo se lo lleve quien sólo es un receptor y no el creador mismo. Pero este no es el caso. Me es imposible decir algo, lo que sea, sobre El Resplandor de Carlos Cabezas, y no hablar también sobre mi historia, la de mis primeras exploraciones sonoras, cuando corría 1997.

La primera vez que supe sobre este disco fue en Rock & Pop, la radio que escuchaba alternadamente con la Concierto post Cristián Warnken y pre Alfredo Lewin, donde también programaban al ex Electrodomésticos. ‘Bailando en Silencio’ fue el primer single del álbum y, con algo de vergüenza, recuerdo que los primeros segundos de la canción (en los que la perturbadora voz de Cabezas dice “Dios mío, un ser humano”) me asustaban un poco.

Pasado el susto inicial, debido principalmente a mi falta de bagaje en terrenos más pantanosos del sonido, me di cuenta de era un temazo. Cada vez que lo tocaban, dejaba lo que fuera que estuviera haciendo y subía el volumen. Pero no fue hasta que El Rumpy le dedicó ‘Lo Mejor de ti’, el segundo corte promocional, a uno de sus afligidos radioescuchas, que me dije a mí mismo que era el momento de conseguir el cassette.

El día que compré El Resplandor fue glorioso. Un afortunado superávit económico me permitió adquirir también una copia del Alta Suciedad de Calamaro y del Fabulosos Calavera de los Cadillacs en esa misma tarde. Era feliz. Las primeras revisiones del disco se me hicieron algo hostiles (hasta ese momento, lo más cercano que había estado a la experimentación era con el OK Computer), pero había algo que me llamaba a dar vuelta la cinta, rebobinar y apretar play de nuevo.

Una vez que le tomé el gusto a las diez pistas del elepé, no pude hacer más que rendirme ante Carlos Cabezas. Un tipo que, gracias a sus años de circo, sabe bien lo que hace. Con igual maestría, es capaz de crear climas gélidos (como en el instrumental ‘Kor-O-Wok’), para luego llegar al corazón de lo visceral (en la mencionada ‘Lo Mejor de ti’, una de las mejores canciones de amor jamás escritas).

El Resplandor es una obra enigmática, compleja y única. La clase de lujo que sólo se puede permitir un genio que debuta como solista pasados sus 40 años. Adentrarse en él es caminar por los pasillos de la mente de Cabezas, un tour que, indefectiblemente, siempre será interesante. Como pocos discos chilenos editados por transnacionales (la EMI, en este caso), aquí no hay rastro de presiones externas por sonar radiales o por insertar a la mala alguna canción amable. Todo parece sincero.

Quizás por eso este álbum nunca gozó de ventas considerables, pero qué más da. Sabemos que la industria premia a los complacientes y Carlos Cabezas está lejos de ser uno de ellos, él es la oveja que se arrancó del rebaño y no volvió más. De hecho, sus siguientes trabajos (la banda sonora de El Chacotero Sentimental y una extrañísima, pero recomendable, colección de mantras espirituales) nunca volvieron al esquema de El Resplandor, haciendo de éste su único disco de formato “convencional”. Todo un oasis en el desierto. A once años de su aparición, puedo decir con firmeza que lo considero, por lejos, el mejor debut solista chileno que he tenido la suerte de escuchar. Y, aunque no es bueno ser prejuicioso, dudo seriamente que alguien venga y le quite ese título así como así.

*Publicado en Revista Pólvora, febrero 2009

23.2.09

Como anillo al dedo



De por qué hay que amar a Little Boots


Antes de que se me olvide

A propósito de raperos y Radiohead, hace unos días llegué de rebote a saber de la existencia de Credit To The Nation, uno de los primeros grupos británicos de hip-hop en lograr cierto grado de reconocimiento comercial. En 1997, lanzaron el single 'Tacky Love Song' que, como su nombre lo dice, no es más que una vulgar canción de amor, pero con una particularidad: la base es un sampleo de 'High & Dry'. Encontrar la canción es casi una misión imposible y no la tendría de no ser por la amabilidad de Mark L. Feinsod, un inglés buena onda que me envió el mp3 al mail, tras habérselo pedido (el tipo lo tenía como streaming en su tumblr). Es tan chori esto de la internet.

Una curiosidad que vale la pena revisar.


Más sampleado que Radiohead

Usualmente, diría alguna pesadez que podría resumirse en "raperos, paren de gozar", pero no es el caso. Esta vez, la prueba de la blancura ha sido superada con creces, aunque no es de extrañar. La producción de este track estuvo a cargo de Amplive, el mismo detrás de Rainydayz, el comentadísimo EP de remixes en clave hip-hop que apareció después de In Rainbows. Al parecer, el tipo va a sacar un doctorado en samplear a los de Oxford. Mención aparte para S-Preme, quien no lo hace nada mal en las rimas.


22.2.09

Reconfortante

Me siento bien cuando pienso que yo podría haber escrito la letra de esta canción. También me gusta saber que los 90's siguen siendo un terreno inexplorado por mí y que, de seguro, voy a llevarme sorpresas de esa década de aquí hasta el día en que me muera.

Sucia, pero fina

15.2.09

Leñador

Un secreto bien guardado

En un mundo perfecto -para mí, obvio- 'I Know What You Think Of Me' sería un neoclásico. La clase de canción que todos podrían tararear, aunque no sepan quién diablos toca ni cómo se llama, y que las radios programarían en las horas de baja audiencia.

Pero el mundo no es color de rosa y Barcelona jamás tuvo un éxito, ni siquiera pequeño. Aunque tal vez sea eso mismo lo que los hace encantadores. Simon Basic es un discazo que pasó sin pena ni gloria, consumido por la vorágine de fin de siglo en pleno 1999. Por fortuna, el tiempo se evapora y la música queda ahí, inamovible.

Hágase el favor de escucharla.


Telekinesis(!)

Antes, las cosas eran más simples. Antes, cuando no había tags de mp3 que corregir y daba lo mismo si tu cassette decía Jamirocuai o si rayabas con plumón Queeen en el CD. Ahora hay que estar pendiente de cada pequeño detalle, y si bien yo abogo por la pulcritud ortográfica, de repente es como mucho. Resulta que ahora el prometedor proyecto Telekinesis! -del que escribí cuando Chris Walla lo recomendó en Stereogum- cambió de nombre y ya no tiene signo de exclamación. O sea, la info de los tracks nuevos es diferente a la de los viejos, así que nunca sabré cuántas veces he escuchado sus canciones, porque no soy tan ocioso como para hacer la suma, pero sí para quejarme por un palo y un punto.

A nadie más le importa, pero a mí sí. Sobre todo después de que subí la nueva versión de 'Coast of Carolina' a GoEar.com y me di cuenta de que, en honor a la perfección, está mal escrito el nombre del grupo. Pero no pienso cambiarlo, mi nivel de ñoñez todavía no alcanza para eso.

Lo que sí voy a hacer es llenarme de expectativas con el debut de Telekinesis, la banda de un solo hombre liderada por Michael Lerner, que aparecerá en abril vía Merge Records. Que sea lanzado bajo esa etiqueta ya da para pensar positivamente (M. Ward y Conor Oberst pertenecen al sello, por ejemplo), pero lo que de verdad tienta es saber que Chris Walla -guitarrista de Death Cab For Cutie, y responsable de discos de The Decemberists y Tegan and Sara- ofició como ingeniero de sonido y productor, además de encargarse de mezclar el material.

¿Y saben cómo se llamará la placa? Telekinesis! Sí, con tilde.


Brígido

14.2.09

Fantasía nipona

Es extraño

La manera más rápida que tengo de sentirme quinceañero es un disco del 2007 firmado por un trío de cuarentones.


8.2.09

Decano

"In terms of Semipopular, the music audience is still divided and unaware of each other. It’s the same problem but worse. Go to a New York record store and there are 20 different kinds of alternative music. On the other hand, when I went to buy a Minuteman album, they were in there with The Kinks. To me, the ignorance of the young in music is a truly depressing spectacle. I mean, the phenomenal narrowness combined with totally unwarranted arrogance. I have made fun of it for a long time, but it’s gotten ridiculous."

Robert Christgau en PopMatters.com

5.2.09

Cuento corto

Tom Neville es un reputado DJ y productor musical, con una extensa data como remezclador para gente tan taquillera como Calvin Harris, The Ting Tings y Santogold.

Henry Bennett es un cantante de ópera.

Juntos son ColouringIN.

Entre sus influencias, citan a Ricardo Villalobos, Daft Punk y Superpitcher.

También les gusta el sello DFA, quizás por eso suenan a ratos como Hercules and Love Affair.

Yo creo que todo esto es indicio de que algo grande está por venir.

Mientras espero su EP debut, alucino con esta canción.



Larga vida a la descarga indiscriminada de música nueva.

Cambio y fuera.

Pinto + Barría

Ya sé, ya sé. Las comparaciones son odiosas. Pero algunas son inevitables, como la que me evoca 'Metrópolis', una de las canciones con Javier Barría que Francisco Pinto incluyó en su disco Boo Boo. Se me hace difícil escucharla sin pensar en Cerati con Melero, quizás porque repiten la estructura de dos tipos talentosos, uno en las máquinas y otro en la voz. El resultado es tan bueno que me dan ganas de saber si de esta unión creativa podría surgir una suerte de Colores Santos. Tengo confianza en que así sería.

Ardillas taiwanesas


3.2.09

Olor a hype

La eterna discusión acerca de la validez del hype pasa a segundo plano cuando aparecen bandas como Harlem Shakes. Que los tipos compartan el espíritu de Vampire Weekend, a quienes han teloneado, o que los produzca Chris Zane (Shy Child, Tokyo Police Club, Asobi Seksu, Passion Pit) son meros detalles al revisar el magnífico Technicolor Health, su debut.

Obvio. Con tales antecedentes, el camino parece expedito hacia audiencias mayores. Sin embargo, la decena de canciones del álbum no necesitan más argumentos que ser escuchadas para probar su valía y establecer que, por mucha maquinaria que haya detrás suyo, los Harlem Shakes se la pueden solos.

Technicolor Health será editado el 24 marzo, aunque está disponible desde ya en tu blog más cercano, y lo recomiendo encarecidamente. Es un deleite.



2.2.09

La canción del verano

Todos hablan sobre Animal Collective, así que yo prefiero cantar ♪open up your, open up your, open up your throat♪ y dejarle los comentarios sesudos a otros.



Bonus track: 'Brothersport' en la versión de Blind Man's Colour.

Paganini electrónico

La primera vez que subí a Hot Pink Delorean, titulé el post como De la abulia a la hiperactividad en dos simples (canciones) pasos, a modo de receta infalible para salir del desgano. Ahora, en el extrañísimo caso de que no hubiesen funcionado mis indicaciones, traigo el tercer y último eslabón de la cadena: 'Paganini'. Una explosión de beats y sampleos del mítico violinista genovés, prueba de que el trío de Boston es sinónimo de baile. Satisfacción garantizada.


Diego Peralta - De Lo Humano Sin Corazón

La falta de referentes, sumada a la necesidad enfermiza de la prensa por etiquetarlo todo, han tenido consecuencias poco saludables para la nueva camada de cantautores nacionales. A muchos les cuesta entender a un solista sin recurrir al no limitado, pero sí limitante, concepto de folklore. Diego Peralta es uno de los miembros más interesantes de la generación MySpace, precisamente porque rotularlo como émulo de Gepe o -más facilista aún- como otro discípulo de Víctor Jara y/o Violeta Parra no funciona con él.

Su juventud es otro detalle que podría resultar engañoso. Este porteño tiene poco más de 20 años, pero ya va en su tercera placa. Eso sí, aunque su música no transmite urgencia adolescente, sí posee mucha frescura. De Lo Humano Sin Corazón es un álbum que emana melomanía, referencias a la cultura pop y un cuidado afán por las melodías simples. Todo bien servido en un plato que incluye efectos, programaciones y, por supuesto, a la omnipresente guitarra acústica.

Este LP fue grabado en forma totalmente casera, particularidad que se nota y se agradece a cada momento. Es por esto que De Lo Humano Sin Corazón goza de una atmósfera íntima, delicada y relajada, algo que convierte a sus canciones en una escucha perfecta para quien busca sonidos livianos, pero no desechables. De hecho, la sinceridad con la que Peralta escribe, canta y ejecuta sus temas hacen de éste un potencial disco de cabecera, además de una excelente carta de presentación para quienes todavía no han tenido el agrado de conocerlo.

*Subido a POTQ.cl el 27 de enero

Yeti - Yeti

“Banda de rock necesita baterista equipado. Influencias: De Los Beatles a Radiohead". Así versaba el cartel con el que Yeti buscaba a un hombre para las baquetas. El dato resulta esclarecedor al ponerle play a su primer elepé, una fina placa que es deudora del cancionero británico de las últimas decadas y que, en menor medida, bebe de la fuente del rock bailable en boga. Para que se hagan una idea, este trío grabó su disco en Estudios Primate, el mismo lugar donde ensaya Teleradio Donoso, Primavera de Praga y Jirafa Ardiendo. Otra pista que habla casi por sí sola.

¿Yeti podría llegar a ser tan conocido como los recién mencionados? Por supuesto que sí. En su ópera prima, el grupo no da pasos en falso. Después de todo, cada uno de los tracks viene siendo probado y perfeccionado desde hace cuatro años. Sin ir más lejos, la banda ha declarado haber tenido más de 60 composiciones listas, antes de encerrarse a registrar su disco. O sea, todo está calculado, pero no con gélida precisión, sino con calidez.

Yeti transita por el lado emocional del camino. Estamos ante un álbum con gusto amargo a desamor, pero que hace del ritmo una de sus principales fortalezas, especialmente en la batería ejecutada por Patricio Jarpa. Como cualquier obra sobre la ruptura sentimental que se precie, hay letras crudas por doquier, cantadas por Lucas Sanhueza (quien también toca guitarra). ‘Vuelvo a respirar’, ‘Aburrida’ y ‘Si no estás’ son parte de lo mejor de un repertorio que promete instalarse en la cabeza de quien los deje entrar. Sólo hay que darles una oportunidad.

*Subido a POTQ.cl el 3 de enero

Helena Noguerra las tiene todas

Actriz, animadora de TV, novelista, modelo y cantante. A Helena Noguerra sólo le faltaba hacer un cover de Kylie. Y lo hizo.


El arte de sonar ochentero

Con una solo tema, Hockey logró lo que The Killers apenas pudo hacer en Day and Age: sonar creíbles y frescos, siendo extremadamente ochenteros. 'Song Away' es, sin duda, un hit inmediato. Su calidad como single es tan evidente que ya la han llamado "la mejor canción sobre canciones de este año". Con el revival en pleno auge, no sería extraño que este cuarteto de Portland destacara como una de las bandas del 2009.

Si no fuera por Michael

Necro sabía que Rockwell era un chanta. Por eso, la remezcla de 'Murder Ya Life' samplea la pista de 'Somebody's Watching Me' y los coros de los hermanos Jackson, pero elimina las estrofas del apitutado cantante. Si no fuera por Michael, ninguna voz del tema valdría la pena.



Mi agradecimiento para Miguel Castro por mostrarme este remix, justo cuando andaba con la canción original en la mente. Eso se llama buen timing.

Auto-Tune escalofriante

Ni siquiera Bon Iver está a salvo del procesador de audio favorito de Kanye West.

Hacerlo bien es la mejor de las promos