Su nombre firma uno de los mejores discos chilenos de este año, el soberbio “Derrumbe y Celebración”, y también es garantía de conciertos gobernados por el paroxismo. Sin cortes comerciales, el vocalista y compositor Eduardo Pavez devela qué hay detrás de Tenemos Explosivos.
Porque trabajaron con Bob Weston, el bajista de Shellac, en la masterización de su disco. O porque su cantante ha ganado seis veces la Muestra de Dramaturgia Nacional. O porque todos sus miembros venían de tocar en otras bandas. Hay una larga lista de razones que hacen de Tenemos Explosivos un buen tema de conversación. Los autores de “Derrumbe y Celebración”, esa clase de álbum arrebatador y politizado que de tanto en tanto aparece en nuestro país, denuncian los males de nuestra sociedad de manera elocuente y con la razón de su lado: todos sabemos que sobran motivos para estar disconforme.
En su primer larga duración, sucesor del EP “Intervención Enérgica en los Asuntos de la Nación”, el quinteto usa al fuego como hilo conductor de un cancionero sobrecogedor y de finas terminaciones. Post hardcore, en estricto rigor, aunque sus temas no resisten análisis severos y amenazan con escaparse del canon (son muy comerciales, dirán algunos; demasiado agresivos, dirán otros).
Asamblea Internacional del Fuego, Criacuervos, Güesosanto, Johnsonoverdrive e Ihnala son los grupos que donaron sangre y órganos a Tenemos Explosivos. Pero “Derrumbe y Celebración” habla de un ente con luz propia, capacitado para encarar al mundo por sí mismo, y mostrarle el dedo corazón si es necesario. En las siguientes líneas, Eduardo Pavez, letrista e ideólogo de la banda, desempaña las claves para aproximarse al debut nacional de la temporada.
Tango y canciones de protesta
"El término de "canción protesta" me suena ligado a la música popular setentera, donde lo importante era el mensaje de revolución que encaminaba hacia la dictadura del proletariado. Ya en términos de funcionalidad, no podría ligarlo a ello. Ahora, claramente, sí puedo aunar lo que hacemos a la idea de protesta como expresión de desencanto, y es que me gusta pensar en nuestra música como pienso en el tango: el tango no se queja por sus dolores. El tango grita. También llora la injusticia, pero luego hace justicia él mismo. El tanguero acuchilla. Nosotros hacemos música no para quejarnos, sino para gritar. Para ejercer ese acto primordial de sacar la voz y comunicar lo que creemos no está bien. Hacer lenguaje con el descontento".
Dramaturgia
"Claro que mi experiencia en teatro influye. Si fuese pintor hablaría desde la pintura. Yo escribo textos donde (debido a la influencia de autores, principalmente, alemanes) no hay una búsqueda de contar un sentimiento, o narrar una historia personal. La búsqueda es la de armar significantes posibles: juegos de relación entre temas y palabras que originalmente no se unen en ninguna vía lógica, pero que producto de la mezcla y aglutinación semántica, dan la impresión de hacer sentido y hablar de una o más situaciones. Así escribo mis obras y así escribo las letras".
Suficientes rockstars
"Hay gente desesperada por que le vendan algo: la nueva consola, la ropa de marca, la última volada revolucionaria... Nosotros no venimos a venderle nada a nadie. Somos cinco tipos que hacemos música, que tenemos dos neuronas funcionando y sabemos que la situación política y social es inaguantable y que son ciclos que se han repetido sistemáticamente con otras injusticias. No nos interesa si el oyente es experto en Kropotkin o nunca ha tomado un libro en su vida, porque no es relevante al caso ni a la música. Nos interesa que algo le resuene. Nada más. Lo que importa es el aviso y la música. No decimos nada nuevo, pero creo que buscar "la novedad" y "lo último" es una enfermedad de esta era acostumbrada a lo desechable. Hablamos de esto porque es lo más honesto que nos sale y porque (personalmente) no me interesaría escuchar ni ser parte de otra banda más que cante canciones de amor y se juren rockstars de chaqueta de cuero y lentes oscuros. Ya tenemos suficientes de esos".
“Ser intelectual”
"Las letras están armadas desde una búsqueda: transmitir ciertas lecturas e ideas. Me hubiese encantado que, cuando tenía 15 años, además de rabia y consignas, las bandas de la época me hubiesen brindado un camino teórico, lecturas o ideas a desarrollar. No que me lo dieran masticado, sino que despertaran la curiosidad. Eso intento hacer: armar un corpus de temas para que los interesados puedan investigarlos por su lado. Como punto aparte: es lamentable que la acción de leer esté ligada a "ser intelectual". Creo que leer debe ser un ejercicio diario, pero el magro acceso a la cultura de este país impide el normal desarrollo de esa área. Dedicarse a escribir suena como un acto de burgueses con tiempo libre, cuando escoger plasmar ideas y diseminarlas debería ser considerado un acto revolucionario primordial. ¿Cómo transmitir ideas sino mediante textos depurados? La oratoria es interesante y algunas personas pueden hablar muy bien, pero eso no significa que sea suficiente ni un buen vehículo de transmisión. Las canciones pueden tener melodías muy lindas y aun así decir mentiras o banalidades vergonzosas. Si el trabajo no es honesto y se encuentra al servicio de un fin que no es comunicar (como "ser famoso", "ganar plata", "ser reconocido", etc.), entonces no tiene más valor social que un comercial de telefonía celular o un spot radial de descuento en las farmacias coludidas".
Lógica ciudadana
"Creo en la organización ciudadana, la viralización de mensajes y la memética. Puede que haya mucha gente hablando de lo mismo, pero mientras más seamos, se arma un cuerpo más grande de gente sumada a la misma causa. Y es parte de la lógica ciudadana. Si son tres hiphoperos y un par de bandas los que gritan contra la hegemonía del capital y la rendición del Estado ante las transnacionales, es un impacto. Si yo puedo sumarme a ello, dar mi opinión, sumar gente que está de acuerdo conmigo y ser más personas en lo mismo, la masa arma fuerza y se organiza. Ese impacto es diferente. Nosotros no vamos a la cabeza de nada, no somos líderes. Pero todos somos animales políticos. Decidir levantarte en la mañana, para hacer funcionar la máquina de esta convención llamada dinero, es una decisión política fundamental. Escoger armar una banda y recordar la historia reciente es una opción política. Y es poesía, al mismo tiempo. Al final, vas a morir de todos modos, y la única pregunta que vale la pena es si te arrepientes de algo. Al decir lo que pensamos y creemos, esperamos que, al final, respuesta a esa pregunta sea un no".
La fascinación con el fuego
"El fuego es el elemento que reúne a la sociedad primitiva. Es lo que brinda calor y alrededor suyo se transmite el conocimiento. El fuego es también un elemento indomable. Es conocimiento y es pasión y es fuerza y es hacer un pacto con lo incontrolable a cambio de no morir de frío. La relación del humano con el fuego es fundamental para la sociedad, porque es el elemento desde el cual nace. Estoy seguro de que, cual tragedia con sino aciago, el fuego es también el elemento capaz de derribarla. Son tiempos de rabia y conocimiento, y el fuego resume eso en la relación que tenemos con él".
Compromiso político
"Creo que el compromiso no está en ser dirigente de algo o pasearse por las poblaciones, porque no se condice con lo que hacemos cotidianamente. Yo no vivo en la periferia, por lo que salir a pasearme a darles un mensaje me resultaría pedante. Hay canales más efectivos que uno ante ciertas situaciones. Me recuerda a Gurdjieff, que se reía de los hombres que se decían espirituales y se iban dos meses a meditar a un monasterio y luego volvían a la ciudad a vivir sus vidas normales, creyendo que la espiritualidad es algo que ocurre en situaciones puntuales. Creo que el compromiso político es igual. Ocurre todo el tiempo. Todo pequeño acto es un acto político, al igual que toda relación de poder y toda relación que se tiene con figuras de autoridad. Si uno separa el compromiso en lugares, en etapas o en situaciones, comienzas a justificarte. Y me parece que justificar es el primer paso a traicionar".
Bob Weston
"En la banda todos tenemos gustos diversos, pero también hay ciertas bandas que todos encontramos increíbles. Una de ellas es Lack. El responsable de esa masterización es Bob Weston, el mismo de Nirvana, de Shellac y lo último de Fugazi. René lo contactó y les sugirió a los chicos del sello de Bolchevique que él se encargara de la master. A Bolchevique le gustó la idea, nos apoyaron en un 100% a organizar, corregir, enviar correos y demás. René lo contactó con su página web y listo. César Asencio, nuestro productor, fue el encargado de ir diciendo qué queríamos con el sonido y transmitírselo a Weston vía muchos mails. Su trabajo resultó impecable. Quedamos muy contentos con el sonido".
Correr la voz
"Cuando uno hace algo que le gusta y de lo que se siente orgulloso, es inevitable querer compartirlo. Sacas una foto bonita y se la muestras a un amigo. Escribes algo interesante y se lo lees a quien crees puede gustarle o sabrá apreciarlo. Esto es lo mismo. Nos gustaría que mucha gente escuche al grupo, pero no por afán de hacernos famosos o ganar plata. Son ganas de que otras personas puedan disfrutarlo como nosotros lo hacemos y como las personas que gustan de la banda lo hacen. De todos modos, el público del hardcore es un excelente público y es un grupo humano que otras escenas envidiarían tener. Son jóvenes despiertos, cuestionadores, con un nivel de autogestión impresionante, organizados. Son el público que cualquier banda querría tener, y son ellos el motor para seguir encerrados en una sala de ensayo armando canciones".
Derrumbar para celebrar
"Recuerdo que alguien me dijo una vez "tus críticas no sirven de nada, no aportan a construir". Esa idea me pareció siempre ridícula. Por supuesto que no puedo aportar a construir algo en lo que no creo. Quiero que esto se caiga a pedazos luego. Mientras antes, mejor. La intención es tirar el sistema y los miedos. Los "topes", como dice Ouspensky. Tirarlos y ver que no valían nada. Eran sólo trabas. Y cuando hagamos eso, vamos a celebrar la independencia verdadera, que es la de nuestra patria real: eso que llamamos alma".
La saga continúa
"Estoy armando las letras de los seis temas nuevos que tenemos hasta ahora. Siguen la misma línea del Derrumbe y Celebración, pero estoy probando a contar pequeñas historias que hablen de un tema más grande. Si logro cerrar todas las temáticas, habrá un concepto general y el disco sería un bloque temático más grande. Estoy trabajando en ello. El sonido se viene intenso, un poco más fuerte musicalmente y con muchas melodías en contraposición al peso de los instrumentos".
"¿Y tú, eres triste o alegre?"
"Sólo algo que siempre me llama la atención y guarda relación con el estilo de una banda. Cuando me preguntan de qué estilo somos, me pregunto lo mismo. No porque seamos algo nuevo, sino porque querer encerrar en estilos a una banda es como preguntarle a alguien "¿y tú, eres triste o alegre?". Si alguien se encuentra en un estado constante, o está loco o es un iluminado. Nosotros no somos ninguna de las dos opciones. Nuestro trabajo fluctúa. Pasa de una manera de armar temas a otra. No tenemos un método para trabajar, pero sí hay elementos que no usamos y que son clave para otras bandas. Rara vez improvisamos algo, por ejemplo. Casi siempre trabajamos sobre ideas que alguien trae a ensayo. Armamos temas ("temas" de "canciones" y de "temáticas") y vamos viendo los resultados. Sí, suenan los mismos instrumentos. Y sí, cae dentro del rock, pero no podría definirnos más allá de un remix musical de todo lo que nos gusta como individuos que formamos una banda. Porque a ninguno del grupo nos gustan las mismas bandas, pero a la hora de trabajar juntos, resulta esta mixtura de formas, dinámicas y colores musicales que nombramos como Tenemos Explosivos. Como bien dice René: "esta es la banda sonora de nuestras vidas"".
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