Con especial énfasis en los placeres de la carne, retratados a la usanza de un filme de porno softcore, el primer disco de Harvey Jones y sus aliados se lee como un decálogo del desenfreno. Fiebre Tagadá es una fiesta trilingüe, de colores chillones y luces de implacable parpadeo. Es electrónica espolvoreada de hip-hop, letras lujuriosas, beats letales, pero –sobre todo- lluvias de testosterona. Una fórmula chispeante que, en las manos de Picnic Kibun, no resiste análisis alguno y clama ser asimilada sin cuestionamientos. Los chicos sólo quieren divertirse.
Extravaganza! | Agosto 2009
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