26.5.10
Cazar - Crecer/Dolor
Síndrome de Peter Pan, crisis del cuarto de vida y de la mediana edad, infinitos cuestionamientos y cuentas que pagar. Madurar no es fácil. Para nada. “Crecer/Dolor”, la segunda entrega de Cazar, es el retrato de ese momento crítico en que la adultez se asoma a la vuelta de la esquina. Ahí está, cada vez más cerca, dispuesta a empaparlo todo, se quiera o no. El quinteto lo tiene bien asumido, por eso centró su nuevo disco en los dos polos del proceso: el goce y la pena, que dejan de ser antagonistas para convertirse en un solo sentir, más fácil de explicar en canciones que en palabras.
La banda plantea este álbum como una entrega doble y simple a la vez, condensada en 10 canciones de rock-pop que caminan de un lado para el otro, desde la añoranza por la infancia más prístina hasta la frustración rabiosa. El comienzo con ‘Crecer’ sintetiza el espíritu de las letras experienciales que seguirán a continuación, sin cesar, como si de vomitarlo todo se tratara. La extrema sensatez con la que el grupo, especialmente Rodrigo y Patricio Veloso (los guitarristas y principales compositores), despliegan sus pensamientos puede incluso llegar a ser lacerante, en especial para quienes compartan su sensibilidad o –peor aun- estén experimentando transiciones similares.
Aunque Cazar profundiza en la falta de equilibrio que conlleva madurar (sobre todo en la fractura entre las expectativas y la realidad), su sonido responde a un balance a toda prueba. El quinteto está encauzado en la configuración de un sello asociable a su nombre, tarea en la que “Crecer/Dolor” representa un paso adelante respecto a su debut homónimo del 2007, en el que se mostraban mucho más dispersos que ahora. La mejoría es notoria y no fue casual, porque se debió a un acuerdo previo entre los cinco miembros, quienes decidieron grabar todos juntos para imprimir la energía de la puesta en vivo dentro del CD.
El lugar elegido para la grabación del disco fue Estudios Foncea, donde los tres hermanos Veloso compartieron con sus símiles (Cote, Felo y Pedro) y estuvieron bajo la supervisión del productor Mario Breuer (Lucybell, Los Tres, La Ley, es decir, palabras mayores). Un espaldarazo para la banda, que supo estar a la altura de las circunstancias en cuanto a la ejecución. Si bien este álbum supone una baja en las revoluciones rockeras respecto a la ópera prima, también los muestra enfocados en una labor más compleja que hacer ruido con las guitarras: la búsqueda de sensaciones en el oyente. Tarea cuya extrema complejidad es proporcional a su nobleza.
Canciones como ‘El Precio del Encierro’ (con Gabriel Vigliensoni en los teclados), ‘Te Cedo Mi Dolor’ y ‘Partido en Dos’ muestran el interés del grupo en explorar los parajes más oscuros de la emotividad y asumirlos como parte de la misteriosa naturaleza humana, a la que “Crecer/Dolor” está completamente abocada. Además de la connotación personal del título, la reflexión sobre el desarrollo vital representa a cabalidad la experiencia de Cazar como ente: siete años de trabajo independiente y profesional que han tenido de dulce y agraz. Nadie dijo que sería fácil, pero –de seguir así- el camino se les hará cada vez menos empinado.
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Excelente mirada Andrés!
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