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29.9.08
28.9.08
A bailar

Electric Feelings

Disfrute y no se resista. En el fondo, todos amamos a MGMT.
27.9.08
Javier Barría: "No trato de inventar nada nuevo"

Lunes 18 de agosto. Son las tres y media de la tarde, el sol se asoma con timidez en el cielo del Santiago invernal y Javier Barría, montado en su bicicleta, aparece en la salida de la estación Bellas Artes del Metro. Mientras prepara su nuevo disco, el cantautor se da un break para tomar café con nosotros y conversar sobre la generación MySpace, su fobia a los estudios de grabación, sus próximos pasos y otras yerbas.
Todo lo que hablamos, te lo contamos después del salto.
CANTAUTOR WI-FI
Una de las primeras formas de promoción que encontró fue subir su música a servidores P2P, como Soulseek. "En el 2005 me hice un podcast y después entré al fascinante mundo de MySpace", rememora acerca de cómo forjó su relación con la tecnología. Debido a este vínculo, y a la importancia en su trabajo, decidió buscar una forma especial de autodenominarse. "Primero acuñé el término cantautor digital. Fue un chiste en realidad, como cacho que siempre buscan etiquetas para poner… lo inventé para ahorrarle la pega a gente como tú", explica bromeando.
Finalmente, la humorada derivó en el concepto de cantautor wi-fi. "De hecho, ya me lo han copiado algunos periodistas para referirse a todo lo que viene de Gepe para abajo", cuenta. La gestión a través de internet, MySpace mediante, ha hecho que su obra gane público, buenas críticas e, incluso, los contactos necesarios para viajar a mostrar su música. "Confío mucho igual en el dato, en el messenger a messenger, siempre fue mi apuesta y siento que por fin está dando frutos", reflexiona acerca de su silenciosa e incesante labor.
FOBIA A LOS ESTUDIOS
"Me siento parte de la generación de músicos que hacemos cosas en la casa", reconoce Barría sobre la camada de artistas a la que pertenece y con la que comparte un mismo método de trabajo. Aquella fórmula es una suerte de DIY a la chilena, con empeño artesanal, de la que este cantautor es fiel representante, tomando en cuenta que graba en su propio hogar y se autoproduce. Sin embargo, es la opción que él mismo decidió tomar, porque le acomodaba más. "Le tengo fobia a los estudios. Nunca me han dejado satisfecho y siempre ha sido bien desilusionante", confiesa.
Su experiencia como músico acompañante para Mariel, Marcelo Vergara y Alüzinati avala su punto de vista. "Por más que se logre mayor calidad técnica, creo que la calidad emotiva e interpretativa que se alcanza en espacios domésticos es insuperable", afirma con seguridad. "El estudio de grabación lo veo como una oficina, en la que trabajas pagando por hora y hay presiones de tiempo", concluye, convencido de que seguir en una pieza con un PC, micrófonos y mezclador es la mejor alternativa.
HIPERQUINÉTICO
Javier Barría escribe canciones desde pequeño, pero hace sólo seis años se atrevió a registrarlas y mostrarlas. Los primeros en escucharlo fueron sus amigos y compañeros de universidad (estudió Música en la Chile), hasta que un buen día comenzó a dar conciertos, tarea en la que aún se mantiene ocupado. De hecho, el cantautor wi-fi es, actualmente, un nombre habitual en bares de Santa Isabel y Bellavista, donde se presenta y aprovecha de vender copias de sus muchos discos.
La cantidad de álbumes que ha hecho es, por decirlo de alguna manera, discutible. En el papel, suman una docena, pero Barría prefiere decir que son cinco. "Los primeros no están bien grabados, ni tienen la madurez suficiente. Tampoco reniego de ellos, pero los considero más como una época de aprendizaje", aclara, pero añade que "en realidad, ni siquiera son doce, antes de eso hay más aún". ¿Prolífico? No, ese apelativo queda corto. "Es mi escuela: nunca dejar de hacer canciones. Creo que lo hago bien y por eso mismo no voy a parar", afirma sin arrogancia.
Crear en semejantes cantidades requiere una buena dosis de inspiración. Para este hiperquinético artista, ésta nace de varias fuentes aunque la primera es su propia experiencia. "Hacer canciones tiene algo de terapéutico, lo mismo que le pasa a los que escriben diarios de vida, aunque yo no soy tan honestamente brutal, como diría Calamaro", explica citando a otro compulsivo cantautor. Tampoco está siempre ensimismado. "También me motivan otras cosas, como libros, películas, vidas de otra gente… por ahí hay personas que ni saben que he escrito sobre ellas", declara.
"NO TRATO DE INVENTAR NADA NUEVO"
La música de Javier Barría es recordable, visceral y conmovedora. No es por casualidad, sino por opción. "Lo que más me interesa son las letras. Hago canciones tarareables, emotivas y sencillas", dice. Para él, es lo más sensato y no pasa por un asunto comercial. "Yo soy súper melómano y tengo mis fetiches, mis temas preferidos. Me gusta la idea de que lo que hago también pase a formar parte de la vida de otra gente, de su banda sonora", explica. Hasta el momento, está dando resultados: cada vez son más quienes lo están incorporando en su soundtrack personal.
A diferencia de muchos, la masividad no lo asusta. "No me interesa ser de culto, ni decir ‘qué raro soy’ o que me conozcan poco. Creo que mi música es amable y fácil de escuchar", comenta sin pudor alguno, aunque dice que es "bacán mientras más gente cante mis canciones, pero tampoco quiero hacer algo como Kudai". Entre el anonimato y la fama, su alternativa es ninguna de las anteriores. También descarta ser un rupturista. "No trato de inventar nada nuevo", confiesa, "quiero aportar con buenas canciones, ser recordable. Me gustan los Beatles, ¿cachai? de ahí viene todo."
EL FUTURO
Inquieto, como siempre, Barría ya se encuentra grabando el material para su siguiente disco que, seguramente, verá la luz a comienzos del 2009. El álbum promete varias novedades, aunque seguirá conservando el espíritu de los anteriores. "Creo que logré un sonido distintivo en las letras y en la forma de cantar. Quiero seguir trabajando con eso y pulirlo", dice el músico y continúa contando que "ahora estoy probando guitarras acústicas bien playeras, con harto rasgueo, y sintetizadores como los que usa Radiohead… también estoy pensando en un contrabajista, para que suene más cálido".
Sin embargo, reconoce que "tampoco va a ser tan diferente, lo que pasa es que no quiero repetir lo que ya hice." Algo que sí cambiará, al parecer, es la vibra de su propuesta. "El año pasado me dijeron que mis tocatas eran para salir llorando o suicidarse. Un día me quedó dando vuelta eso y dije ‘chucha qué lata’. Tenían razón, había mucha melancolía", reconoce, y adelanta que "ahora estoy haciendo canciones más luminosas". Pese a esto, advierte que ""uno cambia y no sé qué estaré escribiendo más adelante", aunque recalca que mantendrá su forma de hacer el trabajo "con cariño y buen gusto".
Todo lo que hablamos, te lo contamos después del salto.
CANTAUTOR WI-FI
Una de las primeras formas de promoción que encontró fue subir su música a servidores P2P, como Soulseek. "En el 2005 me hice un podcast y después entré al fascinante mundo de MySpace", rememora acerca de cómo forjó su relación con la tecnología. Debido a este vínculo, y a la importancia en su trabajo, decidió buscar una forma especial de autodenominarse. "Primero acuñé el término cantautor digital. Fue un chiste en realidad, como cacho que siempre buscan etiquetas para poner… lo inventé para ahorrarle la pega a gente como tú", explica bromeando.
Finalmente, la humorada derivó en el concepto de cantautor wi-fi. "De hecho, ya me lo han copiado algunos periodistas para referirse a todo lo que viene de Gepe para abajo", cuenta. La gestión a través de internet, MySpace mediante, ha hecho que su obra gane público, buenas críticas e, incluso, los contactos necesarios para viajar a mostrar su música. "Confío mucho igual en el dato, en el messenger a messenger, siempre fue mi apuesta y siento que por fin está dando frutos", reflexiona acerca de su silenciosa e incesante labor.
FOBIA A LOS ESTUDIOS
"Me siento parte de la generación de músicos que hacemos cosas en la casa", reconoce Barría sobre la camada de artistas a la que pertenece y con la que comparte un mismo método de trabajo. Aquella fórmula es una suerte de DIY a la chilena, con empeño artesanal, de la que este cantautor es fiel representante, tomando en cuenta que graba en su propio hogar y se autoproduce. Sin embargo, es la opción que él mismo decidió tomar, porque le acomodaba más. "Le tengo fobia a los estudios. Nunca me han dejado satisfecho y siempre ha sido bien desilusionante", confiesa.
Su experiencia como músico acompañante para Mariel, Marcelo Vergara y Alüzinati avala su punto de vista. "Por más que se logre mayor calidad técnica, creo que la calidad emotiva e interpretativa que se alcanza en espacios domésticos es insuperable", afirma con seguridad. "El estudio de grabación lo veo como una oficina, en la que trabajas pagando por hora y hay presiones de tiempo", concluye, convencido de que seguir en una pieza con un PC, micrófonos y mezclador es la mejor alternativa.

Javier Barría escribe canciones desde pequeño, pero hace sólo seis años se atrevió a registrarlas y mostrarlas. Los primeros en escucharlo fueron sus amigos y compañeros de universidad (estudió Música en la Chile), hasta que un buen día comenzó a dar conciertos, tarea en la que aún se mantiene ocupado. De hecho, el cantautor wi-fi es, actualmente, un nombre habitual en bares de Santa Isabel y Bellavista, donde se presenta y aprovecha de vender copias de sus muchos discos.
La cantidad de álbumes que ha hecho es, por decirlo de alguna manera, discutible. En el papel, suman una docena, pero Barría prefiere decir que son cinco. "Los primeros no están bien grabados, ni tienen la madurez suficiente. Tampoco reniego de ellos, pero los considero más como una época de aprendizaje", aclara, pero añade que "en realidad, ni siquiera son doce, antes de eso hay más aún". ¿Prolífico? No, ese apelativo queda corto. "Es mi escuela: nunca dejar de hacer canciones. Creo que lo hago bien y por eso mismo no voy a parar", afirma sin arrogancia.
Crear en semejantes cantidades requiere una buena dosis de inspiración. Para este hiperquinético artista, ésta nace de varias fuentes aunque la primera es su propia experiencia. "Hacer canciones tiene algo de terapéutico, lo mismo que le pasa a los que escriben diarios de vida, aunque yo no soy tan honestamente brutal, como diría Calamaro", explica citando a otro compulsivo cantautor. Tampoco está siempre ensimismado. "También me motivan otras cosas, como libros, películas, vidas de otra gente… por ahí hay personas que ni saben que he escrito sobre ellas", declara.
"NO TRATO DE INVENTAR NADA NUEVO"
La música de Javier Barría es recordable, visceral y conmovedora. No es por casualidad, sino por opción. "Lo que más me interesa son las letras. Hago canciones tarareables, emotivas y sencillas", dice. Para él, es lo más sensato y no pasa por un asunto comercial. "Yo soy súper melómano y tengo mis fetiches, mis temas preferidos. Me gusta la idea de que lo que hago también pase a formar parte de la vida de otra gente, de su banda sonora", explica. Hasta el momento, está dando resultados: cada vez son más quienes lo están incorporando en su soundtrack personal.

EL FUTURO
Inquieto, como siempre, Barría ya se encuentra grabando el material para su siguiente disco que, seguramente, verá la luz a comienzos del 2009. El álbum promete varias novedades, aunque seguirá conservando el espíritu de los anteriores. "Creo que logré un sonido distintivo en las letras y en la forma de cantar. Quiero seguir trabajando con eso y pulirlo", dice el músico y continúa contando que "ahora estoy probando guitarras acústicas bien playeras, con harto rasgueo, y sintetizadores como los que usa Radiohead… también estoy pensando en un contrabajista, para que suene más cálido".
Sin embargo, reconoce que "tampoco va a ser tan diferente, lo que pasa es que no quiero repetir lo que ya hice." Algo que sí cambiará, al parecer, es la vibra de su propuesta. "El año pasado me dijeron que mis tocatas eran para salir llorando o suicidarse. Un día me quedó dando vuelta eso y dije ‘chucha qué lata’. Tenían razón, había mucha melancolía", reconoce, y adelanta que "ahora estoy haciendo canciones más luminosas". Pese a esto, advierte que ""uno cambia y no sé qué estaré escribiendo más adelante", aunque recalca que mantendrá su forma de hacer el trabajo "con cariño y buen gusto".
*Subido a POTQ.cl, Agosto 2008
Gustavo León: "En las canciones nunca miento"

Septiembre es el mes que Jiminelson escogió para lanzar Amor del Rey, su segunda producción, y dar el puntapié inicial a una nueva etapa en su carrera. El vocalista y guitarrista del grupo, Gustavo León (alias León C.), nos recibió en su departamento para conversar, entre cigarrillos y un disco de Rod Stewart, sobre los últimos pormenores de la banda. A continuación, después del salto, un diálogo acerca de amistad, carpe diem, casualidades y, por supuesto, mucho rocanrol.
AMOR (Y HUMOR)
Los momentos previos a la grabación de Amor del Rey no estuvieron exentos de conflictos y desencuentros. Cuando todavía presentaban en vivo las canciones de su debut Yo, Jiminelson, los miembros del dúo pasaron por momentos tensos. “Esta banda se ha armado y desarmado montones de veces. Nunca nos separamos, pero en más de una ocasión tocamos juntos sin estar juntos”, confiesa León. “Hubo períodos en que cada uno (él, junto al baterista Chino Villarroel) iba por su lado y no nos hablábamos, hacíamos lo que teníamos que hacer y después nos mandábamos a cambiar”.
Muchos sucumben ante estas situaciones. La historia del rock chileno está llena de ejemplos de grupos que, con apenas un disco bajo el brazo, no aguantan las presiones de una inminente profesionalización. Pero no fue el caso de Jiminelson. La férrea amistad entre ellos y su convicción en el trabajo bien hecho jugaron a su favor. “Tarde o temprano vuelve la luz y cada uno termina tocando de la forma más sincera. Si lo vamos a hacer con la cara larga, no tiene sentido. La única gracia es que después de terminar cada tema nos riamos un poco”, afirma el vocalista y guitarrista, antes de sentenciar que “lo que más me interesa es el humor”.
Si hay algo en lo que Gustavo León repara siempre es, justamente, en llevar a cabo las cosas desde el corazón. Por algo, el rock de Jiminelson suena tan visceral y humano, y también es por eso que han sabido superar juntos sus problemas. “Si no te aflora esa sensación de amistad o de bondad con respecto a la gente que está cerca de ti, cagaste”, dice el músico, reflexionando sobre la experiencia que ha ganado desde que fundó la banda, a mediados del 2004. “Para hacer música, aunque cantes sobre la ira, necesitas tener al amor como tu motor principal”.
SIN PREMEDITACIÓN
Con aquel espíritu, el dúo entró a fines del año pasado a grabar Amor del Rey, su segundo álbum. “Fue muy instintivo todo. No terminamos de cachar qué era lo que íbamos a hacer cuando ya habíamos entrado al estudio”, recuerda el frontman acerca de cómo empezó el proceso de gestación de su nuevo trabajo, recién salido del horno. “Con el primer disco, me vi involucrado en toda una maraña de distorsión y de ponerle pa’ delante a la guitarra. De repente, bajábamos las revoluciones en un concierto y poco menos que nos tiraban tomates. Pero me parecía que había un punto medio entre el rock de marcha constante y hacer algo más suave y utilizar los instrumentos”.
El equilibrio buscado se refleja en cada una de las ocho canciones de Amor del Rey, una placa que dura la mitad que su predecesor y, además, presenta a Jiminelson con un sonido mucho más amable. Eso sí, está lejos de ser una propuesta complaciente. “Para mí, la gracia está en forzar las posibilidades y ver qué sale, porque creo que siempre los resultados pueden ser buenos”, explica León y ratifica lo dicho con el ejemplo de que “seguimos siendo una banda sin bajo, hacer eso es como desafiar a la lógica y, mientras lo hacemos, nunca sabemos lo que va a pasar”.
Así, dejando de lado las fórmulas, funciona el grupo. Con más empuje y ganas que cualquier otra cosa. De ahí nace la frescura de su nueva propuesta. De hecho, una de las mejores canciones del disco, 'La Sensación' (que cuenta con coros del mítico Álvaro España), fue compuesta de una sola vez en el camarín de El Conejo. “Es una mecánica que siempre quise lograr, pero no se fuerza. Tienes que mantenerte firme para que, cuando llegue el momento, estés en condiciones de abrazarlo”, afirma el compositor de todos los temas del grupo. “Yo creo que las canciones están ahí todo el tiempo y hay que atraparlas. Capaz que haya una canción muy buena, pero en el momento en que la hiciste no salio así y la cagaste. Hay que tener un nivel de concentración que te permita estar a la altura de las circunstancias, todo lo demás viene por añadidura”.
'El Delincuente', primer single de Amor del Rey, es un fiel ejemplo de eso. Toda su gestación es fruto de la filosofía que Gustavo León predica. La historia cuenta que fue lo último que grabaron para el disco y que, cuando estaba casi terminada, se les ocurrió incluir a invitados especiales. “Dijimos ‘grabemos unas trompetas’, buscamos en las Amarillas unos mariachis por veinte lucas la hora y los llamamos. Llegaron disfrazados, pensando que se trataba de un matrimonio, y terminaron grabando”, cuenta el cantante. El video de la canción nace de una anécdota igual de afortunada. Pedro Pemjean (el hijo del director Alfredo Pemjean) se aprendió la letra del tema mientras su padre y Jiminelson pensaban cómo llevarlo a imágenes. Cuando se dieron cuenta de que el pequeño memorizó la canción, tomaron la decisión de que fuera él quien protagonizara el clip, con excelentes resultados.
CARPE DIEM
Y cuando escuches en la radio que nada de esto van a tocar/ ay no te pongas triste, que eso a mí me da igual versa el track que da nombre a Amor del Rey. Y no es coincidencia. “Puedo decir mentiras todo el tiempo, pero en las canciones nunca miento”, afirma con vehemencia León, antes de contar que en los conciertos espera para poder cantar esa parte. "Todo va y viene. A nosotros nos tocan de repente y de repente, no. Pero, en la radio suena cada mierda que, en realidad, pasa a segundo plano estar o no estar ahí. Nuestro esfuerzo está puesto en otro lado", dice el músico. Ante esa declaración, lo obvio es preguntarse ¿en qué lado?
"Nuestro esfuerzo está puesto en aprender a seguir disfrutando nuestro trabajo, para seguir haciéndolo sinceramente. Por sobre todas las cosas, nos divertimos con lo que hacemos. Por sobre todas las cosas, nos sentimos orgullosos de lo que hacemos. Por sobre todas las cosas, sabemos que, si nos tocan en la radio, es una de las mejores hueás que pueden sonar. Pero si no nos pescan, ellos se lo pierden, entonces me da exactamente lo mismo", responde Gustavo con plena seguridad y remata diciendo que "todo se termina, así que carpe diem al máximo".
A pesar de haber fichado con Armónica y Oveja Negra, sorprende gratamente la actitud con la que Jiminelson enfrenta este nuevo ciclo. Sobre todo, cuando su vocalista lanza ideas como esta: "Más allá de sostener el concepto de Do It Yourself (’hazlo tu mismo’), prefiero el Just Do It (’sólo hazlo’), a lo Nike. Hay que darle y ver qué pasa, porque ya se sobreentiende que nadie lo hará por ti". Toda la razón. Y si se trata de recomendarle su nuevo álbum a quiénes no los conozcan, las palabras inteligentes le sobran. "Amor del Rey es un buen reflejo de lo que se puede lograr teniendo ganas. Siempre es bueno escuchar música, pero que sea hecha por alguien que vive a la vuelta de la esquina es más interesante aún. No soy de la idea de apoyar a la música chilena sólo por ser chilena, pero les aseguro que, cuando tengan el disco, eso les va a aflorar". Así se habla.
AMOR (Y HUMOR)
Los momentos previos a la grabación de Amor del Rey no estuvieron exentos de conflictos y desencuentros. Cuando todavía presentaban en vivo las canciones de su debut Yo, Jiminelson, los miembros del dúo pasaron por momentos tensos. “Esta banda se ha armado y desarmado montones de veces. Nunca nos separamos, pero en más de una ocasión tocamos juntos sin estar juntos”, confiesa León. “Hubo períodos en que cada uno (él, junto al baterista Chino Villarroel) iba por su lado y no nos hablábamos, hacíamos lo que teníamos que hacer y después nos mandábamos a cambiar”.
Muchos sucumben ante estas situaciones. La historia del rock chileno está llena de ejemplos de grupos que, con apenas un disco bajo el brazo, no aguantan las presiones de una inminente profesionalización. Pero no fue el caso de Jiminelson. La férrea amistad entre ellos y su convicción en el trabajo bien hecho jugaron a su favor. “Tarde o temprano vuelve la luz y cada uno termina tocando de la forma más sincera. Si lo vamos a hacer con la cara larga, no tiene sentido. La única gracia es que después de terminar cada tema nos riamos un poco”, afirma el vocalista y guitarrista, antes de sentenciar que “lo que más me interesa es el humor”.
Si hay algo en lo que Gustavo León repara siempre es, justamente, en llevar a cabo las cosas desde el corazón. Por algo, el rock de Jiminelson suena tan visceral y humano, y también es por eso que han sabido superar juntos sus problemas. “Si no te aflora esa sensación de amistad o de bondad con respecto a la gente que está cerca de ti, cagaste”, dice el músico, reflexionando sobre la experiencia que ha ganado desde que fundó la banda, a mediados del 2004. “Para hacer música, aunque cantes sobre la ira, necesitas tener al amor como tu motor principal”.
SIN PREMEDITACIÓN
Con aquel espíritu, el dúo entró a fines del año pasado a grabar Amor del Rey, su segundo álbum. “Fue muy instintivo todo. No terminamos de cachar qué era lo que íbamos a hacer cuando ya habíamos entrado al estudio”, recuerda el frontman acerca de cómo empezó el proceso de gestación de su nuevo trabajo, recién salido del horno. “Con el primer disco, me vi involucrado en toda una maraña de distorsión y de ponerle pa’ delante a la guitarra. De repente, bajábamos las revoluciones en un concierto y poco menos que nos tiraban tomates. Pero me parecía que había un punto medio entre el rock de marcha constante y hacer algo más suave y utilizar los instrumentos”.
El equilibrio buscado se refleja en cada una de las ocho canciones de Amor del Rey, una placa que dura la mitad que su predecesor y, además, presenta a Jiminelson con un sonido mucho más amable. Eso sí, está lejos de ser una propuesta complaciente. “Para mí, la gracia está en forzar las posibilidades y ver qué sale, porque creo que siempre los resultados pueden ser buenos”, explica León y ratifica lo dicho con el ejemplo de que “seguimos siendo una banda sin bajo, hacer eso es como desafiar a la lógica y, mientras lo hacemos, nunca sabemos lo que va a pasar”.
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'El Delincuente', primer single de Amor del Rey, es un fiel ejemplo de eso. Toda su gestación es fruto de la filosofía que Gustavo León predica. La historia cuenta que fue lo último que grabaron para el disco y que, cuando estaba casi terminada, se les ocurrió incluir a invitados especiales. “Dijimos ‘grabemos unas trompetas’, buscamos en las Amarillas unos mariachis por veinte lucas la hora y los llamamos. Llegaron disfrazados, pensando que se trataba de un matrimonio, y terminaron grabando”, cuenta el cantante. El video de la canción nace de una anécdota igual de afortunada. Pedro Pemjean (el hijo del director Alfredo Pemjean) se aprendió la letra del tema mientras su padre y Jiminelson pensaban cómo llevarlo a imágenes. Cuando se dieron cuenta de que el pequeño memorizó la canción, tomaron la decisión de que fuera él quien protagonizara el clip, con excelentes resultados.
CARPE DIEM
Y cuando escuches en la radio que nada de esto van a tocar/ ay no te pongas triste, que eso a mí me da igual versa el track que da nombre a Amor del Rey. Y no es coincidencia. “Puedo decir mentiras todo el tiempo, pero en las canciones nunca miento”, afirma con vehemencia León, antes de contar que en los conciertos espera para poder cantar esa parte. "Todo va y viene. A nosotros nos tocan de repente y de repente, no. Pero, en la radio suena cada mierda que, en realidad, pasa a segundo plano estar o no estar ahí. Nuestro esfuerzo está puesto en otro lado", dice el músico. Ante esa declaración, lo obvio es preguntarse ¿en qué lado?
"Nuestro esfuerzo está puesto en aprender a seguir disfrutando nuestro trabajo, para seguir haciéndolo sinceramente. Por sobre todas las cosas, nos divertimos con lo que hacemos. Por sobre todas las cosas, nos sentimos orgullosos de lo que hacemos. Por sobre todas las cosas, sabemos que, si nos tocan en la radio, es una de las mejores hueás que pueden sonar. Pero si no nos pescan, ellos se lo pierden, entonces me da exactamente lo mismo", responde Gustavo con plena seguridad y remata diciendo que "todo se termina, así que carpe diem al máximo".
A pesar de haber fichado con Armónica y Oveja Negra, sorprende gratamente la actitud con la que Jiminelson enfrenta este nuevo ciclo. Sobre todo, cuando su vocalista lanza ideas como esta: "Más allá de sostener el concepto de Do It Yourself (’hazlo tu mismo’), prefiero el Just Do It (’sólo hazlo’), a lo Nike. Hay que darle y ver qué pasa, porque ya se sobreentiende que nadie lo hará por ti". Toda la razón. Y si se trata de recomendarle su nuevo álbum a quiénes no los conozcan, las palabras inteligentes le sobran. "Amor del Rey es un buen reflejo de lo que se puede lograr teniendo ganas. Siempre es bueno escuchar música, pero que sea hecha por alguien que vive a la vuelta de la esquina es más interesante aún. No soy de la idea de apoyar a la música chilena sólo por ser chilena, pero les aseguro que, cuando tengan el disco, eso les va a aflorar". Así se habla.
*Subido a POTQ.cl, Septiembre 2008
La prehistoria de los taquilleros

MAROON 5 (EX KARA’S FLOWERS)
Hace once años, cuando apenas eran unos adolescentes colegiales, cuatro de los cinco Maroon 5 lanzaron su debut bajo el nombre de Kara’s Flowers. El disco se llamaba Fourth World y, a pesar de que contaban con el respaldo de una multinacional, fue un fracaso absoluto en ventas y crítica. Por suerte, para ellos, el destino les tenía preparado algo mejor y su primera aventura musical quedó relegada al anecdotario de los noventas. Obviamente, cuando se hicieron conocidos como Maroon 5, el disco de Kara’s Flowers fue reeditado y vendió más copias que en su momento.
Kara’s Flowes - 'Soap Disco'
THE TING TINGS (EX DEAR ESKIIMO)
Previo a su éxito arrollador, el dúo británico The Ting Tings trabajó (junto a un tercer miembro llamado Simon Templeman) en Dear Eskiimo, un proyecto que fue de mal en peor. La banda nació como la reencarnación musical de la cantante Katie White y el batero Jules de Martino tras varios intentos fallidos, pero se convirtió en otro fiasco más. En el 2005 lanzaron, bajo etiqueta Mercury Records, el EP Patience, pero fueron despedidos del sello antes de sacar su primer largaduración. Después de aquella pésima experiencia, decidieron retirarse a pensar cuáles serían sus pasos a seguir, ahora como pareja. Después vino el cambio de nombre a The Ting Tings, el single 'Great DJ' y el resto de la historia aún no termina de escribirse.
Dear Eskiimo - 'Patience'
MGMT (EX THE MANAGEMENT)
En su primer año de universidad, Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser comenzaron a tocar juntos como The Management. Su debut fue con el EP We (don’t) Care, editado en el 2004 y sucedido por el disco Climbing To New Lows, del año siguiente. Luego de cambiarse a otro sello, y para evitar problemas legales con otro grupo que se hacía llamar igual, abrevian su nombre a MGMT y lanzan el EP Time To Pretend, el 2005. Eso sí, a pesar de que siempre hubo una continuidad en su trabajo, las diferencias de estilo entre estas primeras grabaciones y el famosísimo Oracular Spectacular son sumamente notorias. Basta con revisar las versiones antiguas de temas como 'Kids' y la ya mencionada 'Time To Pretend'.
The Management - 'We Don’t Care' (no oficial)
*Subido a POTQ.cl, Septiembre 2008
La máquina del tiempo de los covers
ADVERTENCIA: Si no tienes el sentido del humor para ver cómo transforman el grunge en swing, o a The Cure cantado por un coro de niñas, te recomendamos dejar de leer este artículo inmediatamente.
Falta de respeto, curiosidad, superación del original, etc. Un cover siempre genera reacciones. Ahora, te invitamos a repasar a algunos músicos que le han dado una vuelta de tuerca al cancionero moderno, sacándolos del contexto temporal en que fueron creados y haciéndolos sonar como de otra época.

LOS VIEJOS ESTANDARTES
Pat Boone es uno de los cantantes regalones de las abuelitas gringas, muy popular en los años 50. En 1997 editó In A Metal Mood: No More Mister Nice Guy, una humorada que incluía covers de heavy metal en clave swing. El álbum tiene versiones de Metallica, Deep Purple y Guns ‘N Roses, entre otros. Destaca su versión para 'Crazy Train', del maestro Ozzy, que después sería utilizada en la presentación de The Osbournes de MTV.
Otro sex symbol de la tercera edad, Paul Anka, probó la misma fórmula musical, pero con un afán más serio y ampliando el repertorio. En su disco Rock Swings, del año 2005, 'Smells Like Teen Spirit', de Nirvana; o 'The Lovecats', de The Cure, quedaron convertidas en suaves piezas de jazz y swing. Debido al éxito que obtuvo, a fines del año pasado, Anka produjo una secuela, llamada Classic Songs, My Way. Acá, ni siquiera 'Mr. Brightside', de The Killers, se salva.

“SIUTIQUERÍA LOUNGE”
Sin embargo, uno de los pioneros de la “siutiquería lounge” fue un tipo mucho más joven: Mike Flowers. Este personaje, armado de una banda inspirada en los años 50 y un impagable peinado a lo He Man, se hizo popular en 1995 interpretando 'Wonderwall', de Oasis. Mike Flowers fue uno de los primeros en versionar este himno generacional. También se dio el lujo de cubrir a Björk y a los Doors.
Uno de sus discípulos más aventajados es Richard Cheese. Mitad comediante, mitad músico, junto a su big band llamada Lounge Against The Machine se definen diciendo “imagina a Sinatra cantando Radiohead”. Desde System Of A Down, pasando por Snoop Dogg, hasta Britney Spears (en la versión de 'Crazy', Cheese grita “GOD I WANNA FUCK HER!”), transforman todo en una fiesta de terno y corbata. Tanto así que incluso fueron la banda que amenizó el matrimonio del batero de Blink 182 y +44, Travis Barker.

HERMANAS Y HERMANOS
Otro experimento retro son las Puppini Sisters. De hermanas tienen sólo el nombre, una es italiana y las otras dos son británicas. Su música es un viaje al sonido y la estética de los años 40. Si bien no se dedican sólo a los covers, tienen versiones de Blondie, The Smiths y Beyonce, entre otros. Todo mezclado en una licuadora junto a la influencia de antiguos grupos a capella, contrabajos y mucho ritmo. A la fecha, llevan dos discos: Betcha Bottom Dollar (2006) y The Rise and Fall of Ruby Woo (2007).
Un poco más radical, pero no por eso menos efectiva, es la propuesta de Scala & Kolacny Brothers. Dos hermanos belgas, que decidieron tomar canciones de rock y pop, para convertirlas en piezas corales. Uno de ellos toca el piano, mientras el otro dirige las voces de cerca de cuarenta chicas, entre los 16 y los 26 años. Desde el 2002, han editado seis discos con versiones de Travis, Manu Chao y Nine Inch Nails, por nombrar algunos. Para los que han escuchado el disco Volkerball, de Rammstein, la celestial versión de 'Engel' que sale al final es la de ellos.
Falta de respeto, curiosidad, superación del original, etc. Un cover siempre genera reacciones. Ahora, te invitamos a repasar a algunos músicos que le han dado una vuelta de tuerca al cancionero moderno, sacándolos del contexto temporal en que fueron creados y haciéndolos sonar como de otra época.

LOS VIEJOS ESTANDARTES
Pat Boone es uno de los cantantes regalones de las abuelitas gringas, muy popular en los años 50. En 1997 editó In A Metal Mood: No More Mister Nice Guy, una humorada que incluía covers de heavy metal en clave swing. El álbum tiene versiones de Metallica, Deep Purple y Guns ‘N Roses, entre otros. Destaca su versión para 'Crazy Train', del maestro Ozzy, que después sería utilizada en la presentación de The Osbournes de MTV.
Otro sex symbol de la tercera edad, Paul Anka, probó la misma fórmula musical, pero con un afán más serio y ampliando el repertorio. En su disco Rock Swings, del año 2005, 'Smells Like Teen Spirit', de Nirvana; o 'The Lovecats', de The Cure, quedaron convertidas en suaves piezas de jazz y swing. Debido al éxito que obtuvo, a fines del año pasado, Anka produjo una secuela, llamada Classic Songs, My Way. Acá, ni siquiera 'Mr. Brightside', de The Killers, se salva.

“SIUTIQUERÍA LOUNGE”
Sin embargo, uno de los pioneros de la “siutiquería lounge” fue un tipo mucho más joven: Mike Flowers. Este personaje, armado de una banda inspirada en los años 50 y un impagable peinado a lo He Man, se hizo popular en 1995 interpretando 'Wonderwall', de Oasis. Mike Flowers fue uno de los primeros en versionar este himno generacional. También se dio el lujo de cubrir a Björk y a los Doors.
Uno de sus discípulos más aventajados es Richard Cheese. Mitad comediante, mitad músico, junto a su big band llamada Lounge Against The Machine se definen diciendo “imagina a Sinatra cantando Radiohead”. Desde System Of A Down, pasando por Snoop Dogg, hasta Britney Spears (en la versión de 'Crazy', Cheese grita “GOD I WANNA FUCK HER!”), transforman todo en una fiesta de terno y corbata. Tanto así que incluso fueron la banda que amenizó el matrimonio del batero de Blink 182 y +44, Travis Barker.

HERMANAS Y HERMANOS
Otro experimento retro son las Puppini Sisters. De hermanas tienen sólo el nombre, una es italiana y las otras dos son británicas. Su música es un viaje al sonido y la estética de los años 40. Si bien no se dedican sólo a los covers, tienen versiones de Blondie, The Smiths y Beyonce, entre otros. Todo mezclado en una licuadora junto a la influencia de antiguos grupos a capella, contrabajos y mucho ritmo. A la fecha, llevan dos discos: Betcha Bottom Dollar (2006) y The Rise and Fall of Ruby Woo (2007).
Un poco más radical, pero no por eso menos efectiva, es la propuesta de Scala & Kolacny Brothers. Dos hermanos belgas, que decidieron tomar canciones de rock y pop, para convertirlas en piezas corales. Uno de ellos toca el piano, mientras el otro dirige las voces de cerca de cuarenta chicas, entre los 16 y los 26 años. Desde el 2002, han editado seis discos con versiones de Travis, Manu Chao y Nine Inch Nails, por nombrar algunos. Para los que han escuchado el disco Volkerball, de Rammstein, la celestial versión de 'Engel' que sale al final es la de ellos.
*Subido a POTQ.cl, Enero 2008
26.9.08
Tricky - Knowle West Boy

Knowle West Boy comienza de forma incendiaria con la bluesera ‘Puppy Toy’, junto a Alex Mills, y desde ahí nunca deja de arder. La oscuridad de ‘Past Mistake’ y la corrosión de ‘C’mon Baby’ anuncian que Tricky ha recuperado la confianza perdida. Incluso, se atreve a versionar en clave rockera ‘Slow’, original de Kylie Minogue, en uno de los puntos más interesantes del álbum. Cuidado, señores: el diablillo de Bristol anda suelto y sigue siendo peligroso.
*Publicado en Extravaganza! Septiembre 2008
Cajun Dance Party - The Colourful Life

The Colourful Life da cuenta del enorme potencial del quinteto, plasmado en nueve canciones de luminoso indie rock. Títulos como ‘Amylase’ o ‘The Race’ aparecerán, de seguro, en los recuentos del año como parte de lo más vibrante y efervescente. Sin embargo, momentos como ‘No Joana’ y ‘The Fireworks’ auguran que lo mejor de Cajun Dance Party aún está por venir. Su juventud y olfato para las melodías pegajosas hacen que el futuro les sonría de oreja a oreja.
*Publicado en Extravaganza! Septiembre 2008
The Herbaliser - Same as It Never Was

Eso sí, el gran acierto de este disco es la participación de la cantante Jessica Darling. La joven londinense pone su voz en cinco de las doce canciones del álbum, como ‘Clap Your Hands’ y ‘Can’t Help This Feeling’, y resulta ser todo un hallazgo. Con su ayuda, The Herbaliser conserva intacta la frescura y convierte a Same As It Never Was en un ejercicio de vigencia digno de aplauso.
*Publicado en Extravaganza! Septiembre 2008
Lykke Li - Youth Novels

Luego, una tras otra, van apareciendo diversas facetas de Lykke Li, desde la sensual ‘Melodies & Desires’ hasta la casi infantil ‘Time Falls’. El saxo que pasea por ‘Dance Dance Dance’ o la guitarra acústica que conduce ‘This Trumpet In My Head’ hablan también de una solista preocupada de que los detalles sumen y no sólo de invadir todo con su presencia. Así da gusto. Youth Novels es un cortejo que termina en conquista y deja un muy buen sabor de boca.
*Publicado en Extravaganza! Septiembre 2008
25.9.08
The Verve - Forth

A excepción de la bella ‘Valium Skies’, ningún track del disco dura menos de cinco minutos. De esta forma, la banda continúa buscando la grandeza, a través de creaciones que se toman su tiempo en florecer, como ‘Judas’ y ‘Noise Epic’. Todo en Forth es motivo de celebración, desde la impecable guitarra de Nick Mc Cabe, hasta los memorables coros de ‘Rather Be’ o ‘Love Is Noise’. Un glorioso retorno que debe ser disfrutado mientras dure. Con ellos, nunca se sabe cuándo será la última vez.
*Publicado en Extravaganza! Septiembre 2008
Dandi Wind: Diva casi solista

Cuando se presenta en vivo, da rienda suelta a un salvajismo que sorprende, considerando su menuda figura, y que se manifiesta en intensas performances que mezclan danza butō con bailes tribales. A medio camino entre el electropunk y lo industrial, ha dado vida a dos alucinantes discos junto a su pareja artística: Concrete Igloo (SLUM, 2006) y Yolk Of The Golden Egg (SLUM, 2008). Irresistibles, por decir lo menos.
Suena como: Crystal Castles, The Knife, Nina Hagen
*Publicado en Extravaganza! Septiembre 2008
Tanya Tagaq: Garganta esquimal

Debutó con Sinaa (Jericho Beach, 2005), álbum plagado de gemidos, exhalaciones, gruñidos y jadeos. Una propuesta visceral, casi totalmente improvisada, que le valió el reconocimiento de la crítica. Ahora, regresa con Auk/Blood (Jericho Beach, 2008) y colaboraciones de lujo junto a Mike Patton y Buck 65, además de un sonido algo más amable. A pesar de eso, Tanya Tagaq sigue a años luz de lo convencional, transformándose en un dato imperdible para los melómanos más inquietos.
Suena como: Tudjaat, Sainkho Namtchymlak, Bugotak
*Publicado en Extravaganza! Septiembre 2008
Cansei de Ser Sexy - Donkey

Lo que ocurre es que Donkey es un producto de las circunstancias: el despido de su manager, la partida de uno de sus miembros y una extenuante gira mundial. Aun así, a Lovefoxxx y los suyos todavía les quedan destellos de su vieja frescura. En tracks como ‘Mover’, ‘Jager Yoga’ o ‘Beautiful Song’ se nota que el agotamiento no ha logrado cambiar su esencia juguetona y revoltosa. Si bien no es lo que todos esperaban, Donkey dista de ser una desilusión. Eso sí que no.
*Publicado en Extravaganza! Agosto 2008
Lil Wayne - Tha Carter III

El álbum tiene desde pulidos pasajes de soul, como ‘Comfortable’ o ‘Mrs Officer’; hasta hits taquilleros, como ‘Got Money’ y ‘Lollipop’. Cada canción merece un adjetivo distinto, pero generalmente elogioso, porque Tha Carter III es una victoria en sí mismo. Lil Wayne logra salir triunfante de su prueba de fuego y demuestra que es uno de los mejores rimadores de su generación.
*Publicado en Extravaganza! Agosto 2008
Manuel García - Témpera

De aquel compromiso nacen joyas, como la bella cueca ‘Pañuelí’ y la estremecedora ‘Los Colores’, en que sólo hay voz, cuatro y un bombo que imita latidos de corazón. A lo largo del disco, García se pasea por diversos ritmos, desde el swing (‘La Gran Capital’) hasta lo chilote (‘Cangrejo Azul’), con asombrosa naturalidad y un marcado carácter orgánico. En suma, Témpera es la obra de un sensible músico y poeta en el momento más iluminado de su carrera.
*Publicado en Extravaganza! Agosto 2008
Andy Yorke - Simple

Simple es un compendio de doce piezas acústicas, íntimas y melancólicas. En cada una de ellas, los protagonistas son la voz de Yorke (quien canta muy similar a su hermano Thom, pero sin falsete) y su guitarra. Pero eso no es todo, también hay arreglos de cuerdas muy bien cuidados, que logran aumentar la intensidad emocional del álbum. Simple suena como si el frío invierno se hiciera música. Sin duda, un pequeño gran disco.
*Publicado en Extravaganza! Agosto 2008
N.E.R.D. - Seeing Sounds

A lo largo del álbum, abundan los pasajes notables como el hiperkinético single ‘Everyone Nose’, la bailable ‘You Know What’ o la placentera ‘Yeah You’. Sin embargo, también hay momentos desafortunados, como el eterno riff de ‘Sooner or Later’, que ni siquiera el impecable trabajo de producción logra aplacar. A pesar de eso, Seeing Sounds es un atractivo cóctel de sonidos, elaborado con la soltura de quienes no deben darle explicaciones a nadie.
*Publicado en Extravaganza! Agosto 2008
Midnight Juggernauts: Imaginario cósmico en la pista de baile

Gran parte de la prensa insiste en etiquetarlos como nu-rave, pero, en realidad, Midnight Juggernauts son más deudores del rock progresivo y el imaginario espacial, que de grupos como Klaxons o The Rapture. De hecho, su particular impronta les valió ser apadrinados por el dúo francés Justice, quienes los invitaron a telonear su gira.
Tras un par de EPs, debutan con Dystopia (Siberia/Inertia, 2007), una explosión cósmica que crece con cada revisión. Tan retro como fresco, el disco está plagado de invitaciones a la pista de baile, que combinan a la perfección el poder de los instrumentos con el pulso electrónico. Simplemente, imposible de pasar por alto.
Suena como: Cut Copy, Daft Punk, The Presets
*Publicado en Extravaganza! Agosto 2008
The Accidental: Acústico y dulce fruto del azar

Hannah Caughlin y Liam Bailey completaron la formación. En abril, lanzaron su debut There Were Wolves (Thrill Jockey, 2008), una cristalina y delicada muestra de la más recomendable folktronica. En ella, The Accidental se luce con armonías vocales que parecen susurros y sutiles detalles sonoros creados por un omnipresente laptop. Para lo que resta del invierno, he aquí la banda sonora ideal.
Suena como: Tunng, Adem, Iron & Wine
*Publicado en Extravaganza! Agosto 2008
Evangelicals: Predicando la sicodelia

La constante comparación con sus coterráneos The Flaming Lips, con quienes han compartido escenario, no es gratuita. Evangelicals también pertenecen a la elite de las agrupaciones cuyo encanto se devela de a poco, con cada revisión de su música. Y es que detrás de sus capas y capas de distorsiones, sampleos (que van desde gritos hasta dibujos animados) y lisérgicas historias; hay una deliciosa sensibilidad pop que anuncia la buena nueva de estar ante algo grande.
Suena como: The Flaming Lips, Arcade Fire, Grandaddy
*Publicado en Extravaganza! Julio 2008
Fink - Distance and Time

Sin embargo, la predominancia de la guitarra acústica crea una suerte de calidez, que genera una interesante disparidad con las dolorosas historias de ‘If Only’ o del single ‘This is the Thing’. Otro punto a favor es la voz de Fink, quien hace gala de su capacidad para sonar acogedor e inquietante a la vez en canciones como ‘Make It Good’ y ‘Under the Same Stars’. Para los amantes del lado oscuro de la trova, tipo José González, Distance and Time es la recomendación perfecta.
*Publicado en Extravaganza! Julio 2008
The Ting Tings - We Started Nothing

Pero no hay que equivocarse con The Ting Tings. Aunque We Started Nothing no es una obra maestra, está lejos de ser el producto de un experimento desechable. La versatilidad vocal de White es tan grande que a ratos parece intérpretes distintas (la frenética ‘Shut Up And Let Me Go’ poco tiene que ver con la sentida ‘Be The One’), pero la cohesión sonora que genera De Martino, quien además ofició de productor, hace que estos contrastes fluyan y conviertan al disco en todo un divertimento para oídos desprejuiciados.
*Publicado en Extravaganza! Julio 2008
She & Him - Volume One

Deschanel compuso casi todos los temas de esta revivalista placa, con mucho sabor a Carole King y a girl group sesentero. De su puño y letra nacen relatos sobre penurias y alegrías, relatadas con una dulzura que roza la ingenuidad. Gracias a la instrumentación acústica, a cargo de Ward, el álbum logra un aire muy íntimo, casi confesional. Además, cabe destacar la presencia de covers a los clásicos Smokey Robinson y The Beatles, que exaltan el carácter retro del disco. Pese a esto, Volume One no es una mera imitación, sino un auténtico homenaje al pasado.
*Publicado en Extravaganza! Julio 2008
Black Kids - Partie Traumatic

Después del salto, y aunque suene raro, les contamos si los Black Kids superaron la prueba de la blancura.
Lo primero es lo primero. Hay que dejar claro que si alguien escuchó los temas anteriores de la banda y se enamoró de su onda casi amateur, lo más probable es que se lleve una terrible desilusión. Los Black Kids tienen ahora un sonido más pulcro y cristalino. O quizás la decepción no sea tal, porque aún conservan su encantadora frescura.
Partie Traumatic abre los fuegos con 'Hit The Heartbrakes', la misma canción con la que comenzaba Wizard of Ahhhs. Esta elección no parece coincidencia, sino más bien una forma de presentarse como un grupo totalmente remozado y con ánimos de fiesta. El truco funciona y comienza a convencer desde el primer momento. Resulta casi imposible no mover los pies al escuchar el contagioso coro de 'Listen To Your Body Tonight', o la bailable 'Look At Me (When I Rock Wichoo)'.
Al escuchar la placa, se hace evidente que los Black Kids han pasado muchas horas oyendo pop de los ochentas. La voz de Reggie Youngblood, quien además oficia de guitarrista, es deudora del estilo de Robert Smith. En especial, en 'I’m Making Eyes At You' cuyo ritmo, además, es sospechosamente similar al del clásico "Close To Me" de The Cure.
Un asunto aparte son Ali Youngblood, la hermana de Reggie, y Dawn Watley -léase la morena y la rubia- quienes tocan teclados junto con hacer coros. En lo vocal, a ratos parecen sacadas de un girl group sesentero (si eres muy joven para entender esa referencia, los girl groups son como The Pipettes), pero tocando sus instrumentos también como si estuvieran viviendo en los ochentas.
Pero toda esa mezcolanza calza perfecta entre sí. Partie Traumatic es un álbum redondo: casi todos los tracks parecen un single esperando ser lanzado y los 38 minutos que dura pasan volando. Entre melodías irresistibles, un increíble sentido del ritmo y una vitalidad a prueba de balas, los Black Kids demuestran que saben cómo dejar pidiendo por más. Un imperdible del 2008.
*Publicado en POTQ.cl, Julio 2008
Andy Yorke - Simple

¿Qué tal suena el disco? Te lo contamos a continuación.
Simple abre con el tema homónimo, que es una muestra perfecta de lo que ocurre durante los siguientes tres cuartos de hora. Una placa acústica, pausada e invernal. Para quien haya tenido el placer de escuchar a Unbelievable Truth, basta con decir que es la sucesión lógica de su sonido (de hecho, tocan dos de los tres miembros restantes del grupo), en un tono más reposado y con mayor protagonismo vocal.
A ratos, es evidente el gen Yorke. Aunque no suenan iguales, Andy recuerda mucho a Thom, pero sin falsete y, ciertamente, menos versátil como intérprete. Quizás, ésta sea la mayor debilidad del músico, pero cabe la posibilidad, también, de que sea una apreciación forzada por la inevitable tendencia a compararlo con su hermano.
Sin embargo, Simple tiene su propia identidad y logra generar una agradable atmósfera, debido a que los temas suenan parejos y uniformes, sin caer en la monotonía. En la mayoría de las canciones, el uso de cuerdas ayuda a llenar los espacios que la voz de Yorke no acapara. Incluso, hay momentos en que el clima sonoro llega a ser sobrecogedor, como en 'One in a Million' o en 'Surrender', dos de los mejores tracks del álbum.
Simple es un pequeño gran disco, de esos dignos de convertir en un fiel compañero para las tardes frías y de ser atesorado en la colección de cualquier amante de los sonidos nostálgicos. Sin lugar a dudas, estamos ante la obra de un compositor aventajado en el arte de emocionar.
*Subido a POTQ.cl, Julio 2008
24.9.08
Tres (videos) motivos para amar a Ladyhawke
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'Back Of The Van'
'Paris Is Burning'
'Dusk Til Dawn'
'Paris Is Burning'
'Dusk Til Dawn'
22.9.08
20.9.08
17.9.08
Hank
Todo lo que me gustaría decir sobre Hank Williams es que fue un maestro. Antes de que existiera el rock, él ya era un rockstar y vivió como uno, hasta su muerte por sobredosis el primer día del '53. Una pluma inexperta, como la mía, no lograría jamás hacerle justicia a su inmensa obra (para todo lo demás, existe Google). Yo sólo quiero aprovecharme del pánico por su natalicio número 85 y postear esta clase magistral de rudeza llamada 'Mind Your Own Business'.
14.9.08
12.9.08
No es un mito urbano

Pataleo

7.9.08
'Man, I'd love to be in that band'

6.9.08
5.9.08
4.9.08
2.9.08
1.9.08
Impagable

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