El tiempo parece correr de otra forma para Fink. A sólo un año y medio de su anterior trabajo, Biscuits for Breakfast (Ninja Tune, 2006), el cantautor británico ha madurado a toda velocidad. Su nuevo disco explora temáticas más profundas que su predecesor y la mano productora de Andy Barlow, ex miembro de Lamb, también es responsable de esta evolución. Si antes había cabida para la sensualidad y para los flechazos pasajeros, ahora Fink escribe sobre relaciones, en su mayoría tormentosas. Como su nombre lo dice, en Distance and Time todo es lejanía y separación.
Sin embargo, la predominancia de la guitarra acústica crea una suerte de calidez, que genera una interesante disparidad con las dolorosas historias de ‘If Only’ o del single ‘This is the Thing’. Otro punto a favor es la voz de Fink, quien hace gala de su capacidad para sonar acogedor e inquietante a la vez en canciones como ‘Make It Good’ y ‘Under the Same Stars’. Para los amantes del lado oscuro de la trova, tipo José González, Distance and Time es la recomendación perfecta.
Sin embargo, la predominancia de la guitarra acústica crea una suerte de calidez, que genera una interesante disparidad con las dolorosas historias de ‘If Only’ o del single ‘This is the Thing’. Otro punto a favor es la voz de Fink, quien hace gala de su capacidad para sonar acogedor e inquietante a la vez en canciones como ‘Make It Good’ y ‘Under the Same Stars’. Para los amantes del lado oscuro de la trova, tipo José González, Distance and Time es la recomendación perfecta.
*Publicado en Extravaganza! Julio 2008
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