LP no es una reacción al inusitado éxito de las bandas que mantienen cada uno de los hemisferios del proyecto; el dúo ya existía antes de que el mundo se fijara en sus almas máter. La salvedad adquiere importancia al calibrar la validez de este debut, en el que conviven el Auto-Tune, destellos reggaetoneros (“Swing tree”), colaboraciones de lujo (Ezra Koenig de Vampire Weekend y Angel Deradoorian de Dirty Projectors) y veneración hacia el clan Jackson (“I want you back”). En vez de establecer pactos con la inercia para atraer adherentes, los neoyorquinos eligen quebrar las expectativas y dejar que sus gustos adquieran protagonismo. Los sintetizadores también pueden ser sinónimos de actitud.
Super 45 | Octubre 2009
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