El camino de este proyecto (casi) solista parece transcurrir sin sobresaltos e imprevistos. Pero, debajo de la superficie de quietud, hay un cantautor bendecido con el don de atrapar a los más atentos. El bristoliano es un trovador engañoso, cuyo andar cansino es un arma de doble filo. Quien resista a la tentación de usar Sort of Revolution como mero acompañamiento, sabrá que cortes como “Maker” o “If I had a million” poseen más intensidad de la aparente, aunque su cobertura de chillout para el adulto joven contemporáneo diga lo contrario. El que busca, encuentra.
Super 45 | Octubre 2009
boooo. shame on you...
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