5.4.10

Cómo Asesinar a Felipes: Sin pausas comerciales


Nos juntamos a conversar con Felipe Salas y Sebastián Muñoz, batería y bajo de Cómo Asesinar a Felipes, acerca del DVD que recién sacaron a la calle. Sin querer, también terminamos enterándonos de cómo se vendrá la mano en el tercer disco del grupo, que está más cerca de lo que creíamos.


Cómo Asesinar a Felipes arremeten nuevamente, esta vez en formato audiovisual, pero siempre temerarios y desafiantes. Operación Teatro Oriente es el nombre del DVD que el quinteto santiaguino acaba de editar, luego de su presentación a tablero vuelto en aquel recinto, acompañados por la Filarmónica Juvenil. Esa noche, la del domingo 27 de octubre del 2009, marcó un triunfo para la banda. “Con el concierto quedamos felices. Fue bacán registrar ese momento, para nosotros ha sido el show más especial que hemos tenido, tocar con la orquesta es emotivo y sobre todo frente a 1.200 personas que estaban súper receptivas”, cuentan.


Dirigido por Aldo Guerrero, el bicolor registro consta de una sola cámara que sobrevuela y rodea el escenario, mostrando al grupo en la plenitud de su forma, sin más cortes que la división del set de canciones en tres movimientos. Una característica que resulta llamativa y concita la duda acerca de si fue una decisión estética o una manera de hacer rendir el Fondart mediante el que produjeron el evento. “Se eligió eso por algo fortuito: la calidad de imagen que nos pasaron los que grabaron. En total, eran ocho cámaras, pero la mayoría iba a un solo switch, igual que un programa de la tele. Cuando nos pasaron ese material, lo encontramos fome, era ver Rojo Fama Contrafama. Valía callampa como propuesta artística”, sentencian.


“Con el (productor) Foex, tenemos algo que llamamos la FT, o sea, la falla técnica. Todo lo que hacemos viene con eso y una gran FT era este asunto visual. El DJ Sp@cio encontró que se veía bien en un 90% y si es así, obvio que te deja con la bala pasada, pero igual sirve. Nosotros tenemos una actitud más punk, de seguir adelante, por supuesto preocupados de hacer un buen trabajo, que esperamos que se note, y sin quedarnos pegados llorando en lo que no fue”, afirman.



“De lo único que nos enamoramos fue de la toma de la grúa, sabíamos que no era muy buena idea dejarla todo el rato, pero nos gustaba. Siempre intentamos proponer algo, guste o no guste. El material de las otras cámaras era de una generación menos de video, nosotros queríamos algo más cine, pero se veía como UCV Televisión”, bromean. Y así quedó. En Operación Teatro Oriente, la música habla por sí sola y los únicos trucos desplegados nacen de los instrumentos, ejecutados con precisión clínica por el quinteto. “Javier, el batero de Jovenabuelo, nos dijo que era un DVD para fanáticos y nosotros también lo sentimos así”, cuentan.


Autocríticos y perfeccionistas a más no poder, Cómo Asesinar a Felipes ya piensan en su próximo álbum, que bien podría estar disponible el último trimestre de este año. “Estamos enfocados en mostrar temas nuevos, que pretendemos grabar y editar entre octubre y diciembre. Después de Un Disparo al Centro, quedamos sin material afuera y el 2009 fue agotador, nos dimos cuenta de que teníamos dos o tres maquetas nomás, porque estábamos ocupados con el show del Teatro Oriente. Para nosotros, componer es delicado, a cada canción le damos demasiado tiempo, después que la escuche Koala (Contreras, el MC del grupo), que haga la letra a ver si se ajusta, trabajarla de nuevo, tocarla, ver cómo sale, etc. Ahora hemos dado menos conciertos para encerrarnos a componer”, explican.


“Estamos tratando de salir de la oscuridad. El Disparo es cargado y brígido, cuando lo tocamos, quedamos pa’ la cagá. Tiene una serie de cosas que a todos nos pasaron en lo personal. Ahora tratamos de hacer algo un poco más lúdico. Por primera vez dijimos ‘hagamos esto’, el primer disco y el segundo fueron un derroche que por suerte salió compacto. No buscamos hacer temas light, pero tampoco queremos sobrecargar de información y ser tan introspectivos, nos gustaría tener mayor estructura, de tres a cuatro minutos, con coros. Vacilar más y pensar menos”, adelantan. El asunto está claro: “Nos gustaría vivir de la banda y eso no se puede aún. Ha evolucionado, eso sí, ahora seleccionamos las tocatas. Nos interesa llevarnos plata para la casa, no es un objetivo, pero es bueno que el sustento venga de algo que uno hace porque quiere. Nunca hemos hecho música pensada en que guste y eso tiene su precio”.


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