29.6.12
Dexys - One day I'm going to soar
Hay dos lugares donde se insiste -majaderamente, por cierto- en situar a Dexys y a su líder, Kevin Rowland: el baúl de los one hit wonders (por "Come on Eileen") y el saco de los músicos que autosabotearon sus carreras. Después de escuchar este disco, el primero del grupo en 27 años, semejante diagnóstico se va directo a la basura: he aquí el regreso glorioso de la temporada. Elegancia soul, olfato pop y existencialismo aproblemado son los ingredientes de esta colección de canciones afectadas y que afectan. Si es por quejarse de lleno, acá lo único que se echa de menos son los apellidos Midnight y Runners.
Japandroids - Celebration Rock
Tras considerar, por segunda vez, disolverse y abortar misión, el dúo de Vancouver se encerró en el mismo estudio y con el mismo ingeniero (Jesse Gander) del excelente "Post-nothing". En su segundo disco, los canadienses siguen cargándole la mano a las distorsiones de guitarra y las baterías frenéticas, pero hilando cada vez más fino en la mezcla de voces y en las letras. Tres ejes temáticos atraviesan el álbum: fuego, noche y adolescencia; todos tan fugaces y extinguibles como amenaza ser la vida de este tándem canadiense. Hay que disfrutarlo mientras dure.
25.6.12
Lotus Plaza - Spooky action at a distance
Se veía venir. En cualquier momento, Lockett Pundt saldría la luz como
el compositor brillante que es. Opacado por Bradford Cox en
Deerhunter, una de las bandas más apasionantes de la última década, y
hundido en un pantano shoegaze en el debut de Lotus Plaza, su proyecto
personal, el guitarrista y cantante por fin se atreve a relucir en la
segunda entrega del grupo que comanda. “Spooky action at a distance”
es un gesto de confianza en la voz propia (‘Monoliths’, ‘Dusty
Rhodes’) y en las melodías (‘Strangers’, ‘White Galactic One’), pero
sobre todo es un disco que promete envejecer bien. Imperdible para los
pacientes que no desechan los álbumes tras escucharlos una sola vez.
23.6.12
Leo Dan: Mensajes multimedia
La promesa de nostalgia quedó cumplida antes de que el número principal tomara el micrófono. Con una hora de clásicos, Lucho Muñoz, voz de Los Galos, fue el encargado de abrir los fuegos y pavimentar un caluroso recibimiento para Leo Dan. Aunque el favor no hacía falta. Una cortísima versión de "Te he prometido", a modo de entrada, le bastó al prolífico cantautor argentino para dominar la acción. De ahí en más, la velada fue suya. En pocos minutos, tenía a cuatro de sus fans sobre el escenario, en una especie de rutina humorística que incluyó menciones a su calvicie y a la recesión. "Antes tenía 10 coristas, ahora sólo traje tres", comentó.
Bonachón como tío en asado familiar, el trasandino continuó bromeando entre gemas del recuerdo del calibre de "Cómo poder saber si te amo", "Libre, solterito y sin nadie", "Estelita" y "Cómo te extraño mi amor". Ni siquiera Lugo se salvó de sus observaciones, entre las que incluyó una autocrítica a su frustrado intento político -apoyado por Menem-, cuando postuló a gobernador de Santiago del Estero, su tierra natal. Ese carácter provinciano, que ni los millones de discos vendidos pudieron borrar, es justamente lo que hace tan añorable a Leo Dan y sus composiciones, pedestres y de melodías simples.
Amparada en esa sencillez está el legado de uno de los primeros ídolos multimedia de Latinoamérica. Discos, películas, programas de radio y TV, e incluso libros de autoayuda (uno bajo el curioso título de "Las curaciones milagrosas de Leo Dan") componen parte de su enorme prontuario, influyente en una escala que aún resulta imposible mesurar. Leopoldo Dante Tévez, su nombre real, es el tipo al que Leonardo Favio imitaba poco antes de convertirse él mismo en una estrella; al que los mexicanos Café Tacuba tributan y hasta el dúo electrónico neoyorquino Ratatat aplaude. El exacerbado proselitismo religioso del solista, creciente en la medida que avanzaba el reloj, fue una de las pocas manchas en un concierto que jugó a ganador desde el comienzo, pero sobran argumentos para dejar pasar esa falta, así como el mediocre cometido de sus músicos acompañantes. Leo Dan se ganó la impunidad vitalicia hace décadas.
Bonachón como tío en asado familiar, el trasandino continuó bromeando entre gemas del recuerdo del calibre de "Cómo poder saber si te amo", "Libre, solterito y sin nadie", "Estelita" y "Cómo te extraño mi amor". Ni siquiera Lugo se salvó de sus observaciones, entre las que incluyó una autocrítica a su frustrado intento político -apoyado por Menem-, cuando postuló a gobernador de Santiago del Estero, su tierra natal. Ese carácter provinciano, que ni los millones de discos vendidos pudieron borrar, es justamente lo que hace tan añorable a Leo Dan y sus composiciones, pedestres y de melodías simples.
Amparada en esa sencillez está el legado de uno de los primeros ídolos multimedia de Latinoamérica. Discos, películas, programas de radio y TV, e incluso libros de autoayuda (uno bajo el curioso título de "Las curaciones milagrosas de Leo Dan") componen parte de su enorme prontuario, influyente en una escala que aún resulta imposible mesurar. Leopoldo Dante Tévez, su nombre real, es el tipo al que Leonardo Favio imitaba poco antes de convertirse él mismo en una estrella; al que los mexicanos Café Tacuba tributan y hasta el dúo electrónico neoyorquino Ratatat aplaude. El exacerbado proselitismo religioso del solista, creciente en la medida que avanzaba el reloj, fue una de las pocas manchas en un concierto que jugó a ganador desde el comienzo, pero sobran argumentos para dejar pasar esa falta, así como el mediocre cometido de sus músicos acompañantes. Leo Dan se ganó la impunidad vitalicia hace décadas.
21.6.12
2:54: Carisma enigmático
Hannah y Colette Thurlow dicen tener una conexión especial, no sólo por genética, sino también por gustos e intereses musicales en común. La retroalimentación entre ambas ha sido clave en la génesis de su banda, 2:54, llamada así en honor al momento exacto de una canción de Melvins, grupo de culto endiosado por Kurt Cobain como referente de lo que sería el grunge en los 90. Durante su adolescencia, Colette, la mayor por dos años, le contagió el gusto por las guitarras arenosas del debut de Queens of the Stone Age a su hermana menor. Pero Hannah fue la primera en animarse con las seis cuerdas, de manera autodidacta, y juntas aprendieron a dominar el instrumento.
En el camino, las irlandesas de nacimiento e inglesas por adopción descubrieron su habilidad innata para tocar y cantar. Luego, vivieron otra epifanía en sus vidas: el punk. De la mano de los clásicos Bad Brains, otra institución influyente a más no poder, las Thurlow se dieron cuenta de lo importante que era la actitud. Y cuando descubrieron a The Distillers, liderados por la magnética Brody Dalle, terminaron por convencerse de que las mujeres también podían ser feroces y peligrosas sin transar un ápice de su femineidad.
Luego de graduarse en la universidad (Colette en Literatura y Hannah en Fotografía), por fin tomaron la decisión de jugársela y armar su propia banda. Nació así Vulgarians, un experimento de salvajismo guitarrero que, a finales de 2010, desembocó en 2:54. Con nada más que un precario demo, grabado de forma doméstica en su casa de Bristol, las hermanas abrieron una cuenta de MySpace en la que colgaron sus nuevas canciones, menos caóticas que las de su proyecto anterior. A poco andar, los blogs de nerds musicales –esos que llegan a los grupos antes que cualquier revista- se rendían a los pies de su carisma enigmático.
El ruido en torno a ellas se tradujo en teloneos para bandas indie como Wild Beasts y The Big Pink, quienes no dudaron en sumarse a la ola de elogios y sindicarlas como uno de los mejores números en vivo de Inglaterra, entusiasmo que cruzó el charco hasta llegar a Estados Unidos al mismo tiempo que las Thurlow presentaban su debut, el EP “Scarlet”. Cuando llegó la hora de lanzar el primer larga duración, Pitchfork, uno de los sitios especializados de mayor impacto en el mundo, estrenó el single “You’re early”, los números resultaron abrumadores: 10 mil visitas en apenas 24 horas.
Tamaño recibimiento les valió un contrato de distribución en Estados Unidos con el sello Fat Possum, la casa de Spiritualized y The Walkmen, entre otros. En Inglaterra y el resto de Europa, el disco homónimo de 2:54 pertenece al catálogo de Fiction Records, etiqueta en la que The Cure gozó sus mejores años. Con canciones como “Creeping” y “The march”, piezas pasivo-agresivas en las que de improviso aparecen solos y cencerros, Colette y Hannah acaparan paralelos con los inicios de PJ Harvey (comparten productor, el prestigioso Rob Ellis) y abultan su calendario de fechas en vivo para que la voz sobre ellas se siga corriendo.
En el camino, las irlandesas de nacimiento e inglesas por adopción descubrieron su habilidad innata para tocar y cantar. Luego, vivieron otra epifanía en sus vidas: el punk. De la mano de los clásicos Bad Brains, otra institución influyente a más no poder, las Thurlow se dieron cuenta de lo importante que era la actitud. Y cuando descubrieron a The Distillers, liderados por la magnética Brody Dalle, terminaron por convencerse de que las mujeres también podían ser feroces y peligrosas sin transar un ápice de su femineidad.
Luego de graduarse en la universidad (Colette en Literatura y Hannah en Fotografía), por fin tomaron la decisión de jugársela y armar su propia banda. Nació así Vulgarians, un experimento de salvajismo guitarrero que, a finales de 2010, desembocó en 2:54. Con nada más que un precario demo, grabado de forma doméstica en su casa de Bristol, las hermanas abrieron una cuenta de MySpace en la que colgaron sus nuevas canciones, menos caóticas que las de su proyecto anterior. A poco andar, los blogs de nerds musicales –esos que llegan a los grupos antes que cualquier revista- se rendían a los pies de su carisma enigmático.
El ruido en torno a ellas se tradujo en teloneos para bandas indie como Wild Beasts y The Big Pink, quienes no dudaron en sumarse a la ola de elogios y sindicarlas como uno de los mejores números en vivo de Inglaterra, entusiasmo que cruzó el charco hasta llegar a Estados Unidos al mismo tiempo que las Thurlow presentaban su debut, el EP “Scarlet”. Cuando llegó la hora de lanzar el primer larga duración, Pitchfork, uno de los sitios especializados de mayor impacto en el mundo, estrenó el single “You’re early”, los números resultaron abrumadores: 10 mil visitas en apenas 24 horas.
Tamaño recibimiento les valió un contrato de distribución en Estados Unidos con el sello Fat Possum, la casa de Spiritualized y The Walkmen, entre otros. En Inglaterra y el resto de Europa, el disco homónimo de 2:54 pertenece al catálogo de Fiction Records, etiqueta en la que The Cure gozó sus mejores años. Con canciones como “Creeping” y “The march”, piezas pasivo-agresivas en las que de improviso aparecen solos y cencerros, Colette y Hannah acaparan paralelos con los inicios de PJ Harvey (comparten productor, el prestigioso Rob Ellis) y abultan su calendario de fechas en vivo para que la voz sobre ellas se siga corriendo.
Haim: La gran esperanza blanca
Los padres de las hermanas Haim (nada que ver con el fallecido actor Corey Haim) se conocieron por la música. Ella cantaba y él era baterista. A sus hijas las acostumbraron desde muy pequeñas a escuchar The Beatles y The Rolling Stones. No es de extrañar que en ese ambiente Este, Danielle y Alana aprendieran canto, guitarra, bajo y teclados antes de saber leer y escribir. Durante una década completa, la familia tocó en formato quinteto con el nombre Rockinhaim, haciendo covers de Billy Joel y Santana, hasta que las tres chicas decidieron emanciparse creativamente y hacerle caso a su gusto por el pop radial de Destiny’s Child y TLC. Así nació Haim, el grupo de veinteañeras con más proyección esta temporada.
La primera de ellas en brillar con luces propias fue Danielle, que se fue de gira primero como acompañante de la solista Jenny Lewis y terminó después en la banda de Julian Casablancas, el líder de The Strokes. Al regresar a su casa en Venice, Los Angeles, convenció a sus dos hermanas de que era el momento para dejar de ser un secreto y salir a la luz. Tres años después, Haim es la banda ante la que Lady Gaga se rinde en Twitter, mientras el ascendente rapero A$AP Rocky las busca en backstage para sacarse fotos con ellas, al mismo tiempo en que la blogósfera se deshace en elogios hacia su mezcla de R&B y folk de viejo cuño.
Parece un cuento de los que inventan las discográficas para vender artistas nuevos, pero la historia del trío es totalmente verídica y se puede rastrear en YouTube. Ahí están los videos del grupo en vivo en el festival SXSW o en el mítico local The Troubadour, a veces ante poco público e incluso con baches de audio. Ese fogueo es parte de lo que hace únicas a estas californianas, pese a que sus canciones suenan como si lo último que les preocupara fuese inventar un nuevo estilo. Su single debut, “Forever”, es un hit instantáneo que canaliza el espíritu de Michael Jackson en su mejor época, arranca similar al éxito “Some like it hot” de The Power Station y también posee elementos de Culture Club con el recordado Boy George a la cabeza.
El EP que contiene aquel sencillo trae dos cortes más, “Go slow” y “Better off”, muy reminiscentes de Stevie Nicks en Fleetwood Mac, una inspiración innegable en sucarrera. A tanto llega su fanatismo por la legendaria banda de Mick Fleetwood y John McVie, que en vivo suelen tocar una versión de “Oh well”, labor en la que fueron acompañadas recientemente por el cantautor country Ryan Adams. Con muy buena estrella, Haim se acercan a las 80 mil visitas en YouTube con el videoclip de “Forever”, y preparan la edición en vinilo del sencillo para este 2 de julio. Una bitácora impresionante para un trío de jóvenes cuyas edades fluctúan entre los 20 y los 24 años, y que en Facebook citan como únicas influencias a “Papá y Mamá Haim”.
La primera de ellas en brillar con luces propias fue Danielle, que se fue de gira primero como acompañante de la solista Jenny Lewis y terminó después en la banda de Julian Casablancas, el líder de The Strokes. Al regresar a su casa en Venice, Los Angeles, convenció a sus dos hermanas de que era el momento para dejar de ser un secreto y salir a la luz. Tres años después, Haim es la banda ante la que Lady Gaga se rinde en Twitter, mientras el ascendente rapero A$AP Rocky las busca en backstage para sacarse fotos con ellas, al mismo tiempo en que la blogósfera se deshace en elogios hacia su mezcla de R&B y folk de viejo cuño.
Parece un cuento de los que inventan las discográficas para vender artistas nuevos, pero la historia del trío es totalmente verídica y se puede rastrear en YouTube. Ahí están los videos del grupo en vivo en el festival SXSW o en el mítico local The Troubadour, a veces ante poco público e incluso con baches de audio. Ese fogueo es parte de lo que hace únicas a estas californianas, pese a que sus canciones suenan como si lo último que les preocupara fuese inventar un nuevo estilo. Su single debut, “Forever”, es un hit instantáneo que canaliza el espíritu de Michael Jackson en su mejor época, arranca similar al éxito “Some like it hot” de The Power Station y también posee elementos de Culture Club con el recordado Boy George a la cabeza.
El EP que contiene aquel sencillo trae dos cortes más, “Go slow” y “Better off”, muy reminiscentes de Stevie Nicks en Fleetwood Mac, una inspiración innegable en sucarrera. A tanto llega su fanatismo por la legendaria banda de Mick Fleetwood y John McVie, que en vivo suelen tocar una versión de “Oh well”, labor en la que fueron acompañadas recientemente por el cantautor country Ryan Adams. Con muy buena estrella, Haim se acercan a las 80 mil visitas en YouTube con el videoclip de “Forever”, y preparan la edición en vinilo del sencillo para este 2 de julio. Una bitácora impresionante para un trío de jóvenes cuyas edades fluctúan entre los 20 y los 24 años, y que en Facebook citan como únicas influencias a “Papá y Mamá Haim”.
20.6.12
Justin Bieber - Believe
Hijo de su tiempo
Si Bruce Springsteen puede ser –para los que olvidan que es un rockstar blanco y millonario- una suerte de barómetro social, perfectamente Justin Bieber es un medidor de cuánto se comprenden los usos y costumbres del público devoto al pop adolescente. “Believe”, el segundo disco del canadiense, requiere que los adultos tomen en cuenta la procedencia del que firma, o el diagnóstico será siempre el mismo: que este álbum es disperso y copión. Comentario predecible donde los hay. Sin querer, la nueva entrega del astro de 18 años nos muestra quién es quién a la hora de encarar el pop de la era YouTube, y por eso desde ya merece atención. No se trata de una obra de arte, por supuesto, pero sí de un interesante artefacto cultural.
Por “Believe” desfila una tropa de productores y voces invitadas que responden básicamente a tres tendencias: R&B, electrónica y hip hop. Las mezclas varían en estilo y también en calidad, desde los entretenidos toques dubstep de “As long as you love me” (sólo un alcance de nombre con el éxito de Backstreet Boys) hasta la aburridísima “Fall”, un meloso retroceso a la época del debut “My world”. Ninguna canción se parece entre sí. “Die in your arms” samplea con cadencia al Michael Jackson de la época “Ben”, pero después “Beauty and beat” tributa al house europeo con Nicki Minaj como invitada y todo el desorden que su presencia implica. De incoherencia, nada. Con casi 50 minutos de duración, el disco no está hecho para ser devorado de principio a fin, sino para que las fans del solista –criadas con el single en mp3 y las listas de reproducción aleatorias- lo pinchen desde su notebook y pasen algunos temas al celular, intercalados con los de sus otros ídolos de turno. Acá se convive en armonía con One Direction o David Guetta. Que pase quien sea.
Justin Bieber no propone ni inventa, más bien recrea y homenajea. Prince, Justin Timberlake y Destiny’s Child son saludados en sus letras y tics, como gesto de acercamiento y de transparencia sobre la música que le gusta. Antes de cargarle la mano con acusaciones sobre falta de originalidad, debe recordarse que el de Ontario nació en 1994, es decir, pertenece a la generación del revival y se ha pasado la vida consumiendo contenidos en línea, pero sin ser testigo de ninguna transformación artística sustantiva. Por lo demás, revolucionar nunca ha sido menester de los astros del pop comercial, que en el mejor de los casos sólo popularizan las innovaciones de terceros (Madonna sabe mucho al respecto). Si algo se le puede reprochar a “Believe” es no haber incluido en su edición estándar “Maria”, una autobiográfica y rescatable canción sobre el caso de supuesta paternidad en el que estuvo envuelto, relegada a los bonus tracks de la versión de lujo. Por un camino extraño, el de la farandulización tan propia de esta época, el canadiense estuvo a un pelo de lograr su propio “Billie Jean”. Quién lo diría.
Si Bruce Springsteen puede ser –para los que olvidan que es un rockstar blanco y millonario- una suerte de barómetro social, perfectamente Justin Bieber es un medidor de cuánto se comprenden los usos y costumbres del público devoto al pop adolescente. “Believe”, el segundo disco del canadiense, requiere que los adultos tomen en cuenta la procedencia del que firma, o el diagnóstico será siempre el mismo: que este álbum es disperso y copión. Comentario predecible donde los hay. Sin querer, la nueva entrega del astro de 18 años nos muestra quién es quién a la hora de encarar el pop de la era YouTube, y por eso desde ya merece atención. No se trata de una obra de arte, por supuesto, pero sí de un interesante artefacto cultural.
Por “Believe” desfila una tropa de productores y voces invitadas que responden básicamente a tres tendencias: R&B, electrónica y hip hop. Las mezclas varían en estilo y también en calidad, desde los entretenidos toques dubstep de “As long as you love me” (sólo un alcance de nombre con el éxito de Backstreet Boys) hasta la aburridísima “Fall”, un meloso retroceso a la época del debut “My world”. Ninguna canción se parece entre sí. “Die in your arms” samplea con cadencia al Michael Jackson de la época “Ben”, pero después “Beauty and beat” tributa al house europeo con Nicki Minaj como invitada y todo el desorden que su presencia implica. De incoherencia, nada. Con casi 50 minutos de duración, el disco no está hecho para ser devorado de principio a fin, sino para que las fans del solista –criadas con el single en mp3 y las listas de reproducción aleatorias- lo pinchen desde su notebook y pasen algunos temas al celular, intercalados con los de sus otros ídolos de turno. Acá se convive en armonía con One Direction o David Guetta. Que pase quien sea.
Justin Bieber no propone ni inventa, más bien recrea y homenajea. Prince, Justin Timberlake y Destiny’s Child son saludados en sus letras y tics, como gesto de acercamiento y de transparencia sobre la música que le gusta. Antes de cargarle la mano con acusaciones sobre falta de originalidad, debe recordarse que el de Ontario nació en 1994, es decir, pertenece a la generación del revival y se ha pasado la vida consumiendo contenidos en línea, pero sin ser testigo de ninguna transformación artística sustantiva. Por lo demás, revolucionar nunca ha sido menester de los astros del pop comercial, que en el mejor de los casos sólo popularizan las innovaciones de terceros (Madonna sabe mucho al respecto). Si algo se le puede reprochar a “Believe” es no haber incluido en su edición estándar “Maria”, una autobiográfica y rescatable canción sobre el caso de supuesta paternidad en el que estuvo envuelto, relegada a los bonus tracks de la versión de lujo. Por un camino extraño, el de la farandulización tan propia de esta época, el canadiense estuvo a un pelo de lograr su propio “Billie Jean”. Quién lo diría.
Jennifer Lopez: Economía y negocios
Hay un ring de box instalado para la canción "Goin' in", pero -en honor a la verdad- el cuadrilátero debería ser de la WWE. El trecho que separa un concierto propiamente tal de un show de Jennifer Lopez es el mismo que distancia a la lucha libre de un deporte auténtico: la veracidad es lo de menos, lo que importa es el espectáculo. Entre brillos, coreografías y cambios de vestuario, a la estrella del Bronx se le va toda su concentración -y oxígeno-, así que cantar queda relegado a un plano secundario. Lo hace sólo cuando se sienta para interpretar, sin mucha gracia, una versión acústica de "If you had my love", en un gesto similar a los que tuvieron Britney Spears y Justin Bieber en sus recitales santiaguinos, como si deseara aclarar que puede y no quiere. Pésima señal.
Si alguien esperaba un montaje a la altura de Beyoncé, tendrá que seguir participando. Como vocalista, JLo es una gran bailarina y una mejor empresaria porque tiene la fórmula para ganar mucho invirtiendo muy poco. Ni siquiera trajo un MC de apoyo para sus numerosos temas con raperos. A cambio, los asistentes -que en forma gradual fueron perdiendo la atención- tuvieron que conformarse con las presencias en la pantalla gigante de Lil Wayne ("I'm into you") Ja Rule ("I'm real" y "Ain't it funny), Fat Joe ("Feeling good") y LL Cool J ("All I have"). Dinero fácil para la que hoy en día es una magnate del entretenimiento. Así, cualquiera se llena los bolsillos.
Que la actriz esté recién ahora, con 42 años de edad y a más de una década de su debut "On the 6", dando su primera gira mundial responde a una inteligente decisión de negocios, como todas las que toma esta brillante estratega de ascendencia latina. Sería idealista creer lo contrario y pensar que la multifacética diva desea retribuir algo al público, o sentir su contacto en vivo. Jennifer Lopez tiene claro que la fuerza de gravedad entrará en acción más temprano que tarde, quitándole buena parte de su atractivo. Nada que hacer al respecto, salvo seguir el pastiche bailable ("Papi", "On the floor") mientras se pueda, celebrarse a sí misma (hasta sus hijos forman parte de las proyecciones en la pantalla) e insistir en que sólo es "una chica simple del Bronx". Al menos para mentir, JLo nunca se arrugará.
Si alguien esperaba un montaje a la altura de Beyoncé, tendrá que seguir participando. Como vocalista, JLo es una gran bailarina y una mejor empresaria porque tiene la fórmula para ganar mucho invirtiendo muy poco. Ni siquiera trajo un MC de apoyo para sus numerosos temas con raperos. A cambio, los asistentes -que en forma gradual fueron perdiendo la atención- tuvieron que conformarse con las presencias en la pantalla gigante de Lil Wayne ("I'm into you") Ja Rule ("I'm real" y "Ain't it funny), Fat Joe ("Feeling good") y LL Cool J ("All I have"). Dinero fácil para la que hoy en día es una magnate del entretenimiento. Así, cualquiera se llena los bolsillos.
Que la actriz esté recién ahora, con 42 años de edad y a más de una década de su debut "On the 6", dando su primera gira mundial responde a una inteligente decisión de negocios, como todas las que toma esta brillante estratega de ascendencia latina. Sería idealista creer lo contrario y pensar que la multifacética diva desea retribuir algo al público, o sentir su contacto en vivo. Jennifer Lopez tiene claro que la fuerza de gravedad entrará en acción más temprano que tarde, quitándole buena parte de su atractivo. Nada que hacer al respecto, salvo seguir el pastiche bailable ("Papi", "On the floor") mientras se pueda, celebrarse a sí misma (hasta sus hijos forman parte de las proyecciones en la pantalla) e insistir en que sólo es "una chica simple del Bronx". Al menos para mentir, JLo nunca se arrugará.
17.6.12
Engelbert Humperdinck: Casino Royale
Mientras se acercaba la fecha del debut en Chile de Engelbert Humperdinck, la atención se enfocó en dos hechos: la avanzada edad del cantante (76 años) y su fracaso en el festival Eurovision (donde terminó penúltimo). La fascinación de los medios por la juventud y el éxito inmediato, efímeros ambos, disminuyó la expectativa antes del concierto, pero a la larga ayudó a que el show se convirtiera en la gran sorpresa en vivo de este 2012.
Humperdinck no se cae a pedazos sobre el escenario, ni es socorrido a cada segundo por sus coristas. Estoico, el crooner nacido en la India abre los fuegos con "Smooth", original de Santana, y deja en claro de inmediato que no está para mendigar aplausos, sino para ganarlos. Su otro aliado, aparte del tiempo, es un sentido del humor a prueba de balas. Antes de empezar, por las pantallas se proyecta un video que se mofa de su enredado nombre y de sus patillas. Las bromas siguieron, ayudando a que la velada pareciera una auténtica fiesta de casino. Imitaciones de Elvis y Dean Martin (entonando "That's amore"), comentarios en un gracioso español y la accidentada interacción con una fan -durante "You don't know me"- mostraron la envidiable vitalidad del eximio intérprete.
Pero, cuando tuvo que ponerse serio, Engelbert Humperdinck sacó las credenciales que le valieron el apodo de "Rey del Romance". Una tras otra desenfundó canciones famosas en distintas generaciones e idiomas. La lista fue generosa: "How I love you" (popularizada en español por Sandro como "Porque yo te amo"), "Love me with all your heart" (la inspiración tras "Cuando calienta el sol" de Luis Miguel), "Proud Mary" de Creedence Clearwater Revival y hasta "Por el amor de una mujer" de Danny Daniel. Tampoco quedaron fuera sus clásicas "Quando, quando, quando", "Release me" y "Last waltz". En una palabra: inapelable. Humperdinck terminó en bata roja, honrando el pacto con el diablo que parece tener, entre gritos exigiendo su presencia en el próximo Festival de Viña. Sería todo un acierto.
Humperdinck no se cae a pedazos sobre el escenario, ni es socorrido a cada segundo por sus coristas. Estoico, el crooner nacido en la India abre los fuegos con "Smooth", original de Santana, y deja en claro de inmediato que no está para mendigar aplausos, sino para ganarlos. Su otro aliado, aparte del tiempo, es un sentido del humor a prueba de balas. Antes de empezar, por las pantallas se proyecta un video que se mofa de su enredado nombre y de sus patillas. Las bromas siguieron, ayudando a que la velada pareciera una auténtica fiesta de casino. Imitaciones de Elvis y Dean Martin (entonando "That's amore"), comentarios en un gracioso español y la accidentada interacción con una fan -durante "You don't know me"- mostraron la envidiable vitalidad del eximio intérprete.
Pero, cuando tuvo que ponerse serio, Engelbert Humperdinck sacó las credenciales que le valieron el apodo de "Rey del Romance". Una tras otra desenfundó canciones famosas en distintas generaciones e idiomas. La lista fue generosa: "How I love you" (popularizada en español por Sandro como "Porque yo te amo"), "Love me with all your heart" (la inspiración tras "Cuando calienta el sol" de Luis Miguel), "Proud Mary" de Creedence Clearwater Revival y hasta "Por el amor de una mujer" de Danny Daniel. Tampoco quedaron fuera sus clásicas "Quando, quando, quando", "Release me" y "Last waltz". En una palabra: inapelable. Humperdinck terminó en bata roja, honrando el pacto con el diablo que parece tener, entre gritos exigiendo su presencia en el próximo Festival de Viña. Sería todo un acierto.
8.6.12
Milodonte: Instinto animal
De ser una banda de colegiales con ideas dispersas y rumbo poco definido, Milodonte acaba de dar el gran salto con “Subsuelo”, un segundo disco de personalidad marcada y ásperas guitarras influenciadas por Sonic Youth.
“El milodonte es un bicho raro. A pesar de ser chileno, no representa una identidad nacional típica”, comentan los miembros de Milodonte, la banda de Benjamín Astete, Eugenio Larraín y Sebastián Grau. Los tres se conocieron tocando punk rock cuando eran liceanos, después en 2009 sacaron un disco y ahora acaban de editar otro.
Entre ambos trabajos, el debut “Guía para los animales” y el reciente “Subsuelo”, hay un abismo de diferencia: el primero parece una lista de reproducción aleatoria con varios artistas y el segundo es un álbum con todas las de la ley. “Se puede dejar correr de principio a fin, tiene un ambiente que te atrapa”, dicen ellos sobre este nuevo lanzamiento, disponible en www.milodonte.com.
“Subsuelo” es bastante distinto a “Guía para los animales”. Ahora con la perspectiva del tiempo, ¿qué piensan de su debut?
Mirando para atrás, creemos que fue un buen disco considerando la época en que se compuso, le tenemos cariño porque supimos que hicimos lo mejor posible, pero lo vemos como una pieza que funciona más como un conjunto de EPs que como un LP, a diferencia de “Subsuelo”.
Claro, el concepto de “Subsuelo” está mucho mejor amarrado. ¿Implicó más reflexión previa, tal vez?
Siempre tuvimos en mente hacer un disco que fuera más homogéneo, que funcionara como una sola pieza. A pesar de que no es un disco conceptual, teníamos en la cabeza una estética que involucraba las canciones y el sonido. Quizás no fue una reflexión tan consciente o forzada, quizás fue un proceso más intuitivo y al final más honesto. Además, desde un principio, el proceso de composición fue muy espontáneo y las canciones respondían a una época común.
Hablando de épocas en común, ¿cómo ha cambiado la banda desde que eran colegiales hasta ahora? ¿Qué se mantiene?
Por una parte, lo que se ha mantenido siempre es el ánimo de hacer las cosas lo mejor posible, partiendo por la música y siguiendo hasta los mínimos detalles. Por otro, el hilo conductor de las distintas etapas de la banda, desde que tocábamos punk hasta ahora, ha sido la dupla que armamos con Benjamín. Es el DIY pero sin abusar de la huincha aisladora. Lo que ha cambiado es sobre todo la forma de hacer música. Los roles de los tres que formamos el núcleo de Milodonte son flexibles, somos capaces de aportar ideas con distintos instrumentos, y eso hace que todo se haga más espontáneo y natural.
¿Y en qué se reflejan esa flexibilidad y ese intercambio de ideas en “Subsuelo”?
En que, en general, la mayoría de las canciones nacieron con un riff de guitarra guacho, que después desarrollamos en un demo o improvisando en la sala de ensayo. Además, como un tercio de las canciones ya venían más completas desde su origen, con las estructuras más definidas. La grabación fue rápida, pero le dedicamos mucho tiempo a las guitarras, sobre todo buscando los timbres ideales para cada sección. Por otra parte, hubo una preocupación por encontrar un sonido especial, dándole importancia a registrar como sonaban los instrumentos en la sala, usando micrófonos a cinta y fijándose con especial cuidado en la batería, que la grabamos en una sala grandota. Por lo general la forma de trabajar el disco fue preocuparse de no invadir el ambiente que armaban los riff y la batería. Por eso las voces Benjamín las trabajó tratando de no romper con eso y quizás por eso mismo se sienten más enterradas. Las otras capas también se trabajaron un poco con esa intención.
Milodonte es una banda de guitarras. ¿No creen que el panorama guitarrero en Chile está un poco estancado?
Sí, estamos de acuerdo, es verdad que hace un tiempo que no hay una banda nueva que proponga algo fresco a partir de las guitarras y por eso creemos que existe espacio. Quizás eso que tu dices que ocurre en Chile, es así también afuera, por lo menos hablando de música que no es cien por ciento experimental.
Entonces, según ustedes mismos, ¿qué hace interesante a su grupo?
Quizás que no somos tan predecibles. Ninguno de los tres somos músicos de aula, somos todos autodidactas y quizás no estamos tan determinados a hacer algo en especifico o caer en recursos sobreexplotados. Al final, sin querer salen cosas frescas. Puede que en diez años estemos haciendo polka noise.
“SUBSUELO”, CANCIÓN POR CANCIÓN
‘Fisuras’: La elegimos como single porque representaba bien el disco, Tiene un buen equilibrio entre lo más delicado y lo más áspero, sobre todo el riff que abre y cierra la canción.
‘Otras especies’: Una de las más densas de Subsuelo. Es una de nuestras preferidas. La estructura es súper rara, pero fluye bien.
‘Hombre en el cable’: El demo se llamaba ‘Lalalalá’. En vivo el publico cree que se acaba a mitad del interludio.
‘Tiempo’: La “balada” del disco, que termina destruida y con tonos estridentes.
‘Disciplina’: El primer tema compuesto en guitarra por Eugenio y uno de las primeras que quedaron listos.
‘Ribbon’: Es más instrumental, juega con ricos timbre y melodías de guitarra. Mientras grabamos las voces, hubo un temblor de los que dan susto.
‘Subterráneos I y II’: Originalmente una sola canción, separada para el master del disco. La parte I nos abrió muchas posibilidades de producción para el resto de las canciones. Es una de las mas desafiantes en vivo por los loops de piano que aparecen en el interludio. La parte II fue básicamente un demo que no quisimos manosear para conservar el espíritu punk del trío en vivo.
‘Intento de vuelo’: Más lenta y pegada con una buena explosión y outro final.
‘Valparaíso abajo’: Una de las canciones más pesadas. Tiene una estructura compleja que te lleva a distintos estados.
‘Así se formaron las rocas’: El lugar común es que es un verdadero viaje y una buena forma de cerrar el disco. Acá nos dimos espacio para jugar con texturas y capas.
“El milodonte es un bicho raro. A pesar de ser chileno, no representa una identidad nacional típica”, comentan los miembros de Milodonte, la banda de Benjamín Astete, Eugenio Larraín y Sebastián Grau. Los tres se conocieron tocando punk rock cuando eran liceanos, después en 2009 sacaron un disco y ahora acaban de editar otro.
Entre ambos trabajos, el debut “Guía para los animales” y el reciente “Subsuelo”, hay un abismo de diferencia: el primero parece una lista de reproducción aleatoria con varios artistas y el segundo es un álbum con todas las de la ley. “Se puede dejar correr de principio a fin, tiene un ambiente que te atrapa”, dicen ellos sobre este nuevo lanzamiento, disponible en www.milodonte.com.
“Subsuelo” es bastante distinto a “Guía para los animales”. Ahora con la perspectiva del tiempo, ¿qué piensan de su debut?
Mirando para atrás, creemos que fue un buen disco considerando la época en que se compuso, le tenemos cariño porque supimos que hicimos lo mejor posible, pero lo vemos como una pieza que funciona más como un conjunto de EPs que como un LP, a diferencia de “Subsuelo”.
Claro, el concepto de “Subsuelo” está mucho mejor amarrado. ¿Implicó más reflexión previa, tal vez?
Siempre tuvimos en mente hacer un disco que fuera más homogéneo, que funcionara como una sola pieza. A pesar de que no es un disco conceptual, teníamos en la cabeza una estética que involucraba las canciones y el sonido. Quizás no fue una reflexión tan consciente o forzada, quizás fue un proceso más intuitivo y al final más honesto. Además, desde un principio, el proceso de composición fue muy espontáneo y las canciones respondían a una época común.
Hablando de épocas en común, ¿cómo ha cambiado la banda desde que eran colegiales hasta ahora? ¿Qué se mantiene?
Por una parte, lo que se ha mantenido siempre es el ánimo de hacer las cosas lo mejor posible, partiendo por la música y siguiendo hasta los mínimos detalles. Por otro, el hilo conductor de las distintas etapas de la banda, desde que tocábamos punk hasta ahora, ha sido la dupla que armamos con Benjamín. Es el DIY pero sin abusar de la huincha aisladora. Lo que ha cambiado es sobre todo la forma de hacer música. Los roles de los tres que formamos el núcleo de Milodonte son flexibles, somos capaces de aportar ideas con distintos instrumentos, y eso hace que todo se haga más espontáneo y natural.
¿Y en qué se reflejan esa flexibilidad y ese intercambio de ideas en “Subsuelo”?
En que, en general, la mayoría de las canciones nacieron con un riff de guitarra guacho, que después desarrollamos en un demo o improvisando en la sala de ensayo. Además, como un tercio de las canciones ya venían más completas desde su origen, con las estructuras más definidas. La grabación fue rápida, pero le dedicamos mucho tiempo a las guitarras, sobre todo buscando los timbres ideales para cada sección. Por otra parte, hubo una preocupación por encontrar un sonido especial, dándole importancia a registrar como sonaban los instrumentos en la sala, usando micrófonos a cinta y fijándose con especial cuidado en la batería, que la grabamos en una sala grandota. Por lo general la forma de trabajar el disco fue preocuparse de no invadir el ambiente que armaban los riff y la batería. Por eso las voces Benjamín las trabajó tratando de no romper con eso y quizás por eso mismo se sienten más enterradas. Las otras capas también se trabajaron un poco con esa intención.
Milodonte es una banda de guitarras. ¿No creen que el panorama guitarrero en Chile está un poco estancado?
Sí, estamos de acuerdo, es verdad que hace un tiempo que no hay una banda nueva que proponga algo fresco a partir de las guitarras y por eso creemos que existe espacio. Quizás eso que tu dices que ocurre en Chile, es así también afuera, por lo menos hablando de música que no es cien por ciento experimental.
Entonces, según ustedes mismos, ¿qué hace interesante a su grupo?
Quizás que no somos tan predecibles. Ninguno de los tres somos músicos de aula, somos todos autodidactas y quizás no estamos tan determinados a hacer algo en especifico o caer en recursos sobreexplotados. Al final, sin querer salen cosas frescas. Puede que en diez años estemos haciendo polka noise.
“SUBSUELO”, CANCIÓN POR CANCIÓN
‘Fisuras’: La elegimos como single porque representaba bien el disco, Tiene un buen equilibrio entre lo más delicado y lo más áspero, sobre todo el riff que abre y cierra la canción.
‘Otras especies’: Una de las más densas de Subsuelo. Es una de nuestras preferidas. La estructura es súper rara, pero fluye bien.
‘Hombre en el cable’: El demo se llamaba ‘Lalalalá’. En vivo el publico cree que se acaba a mitad del interludio.
‘Tiempo’: La “balada” del disco, que termina destruida y con tonos estridentes.
‘Disciplina’: El primer tema compuesto en guitarra por Eugenio y uno de las primeras que quedaron listos.
‘Ribbon’: Es más instrumental, juega con ricos timbre y melodías de guitarra. Mientras grabamos las voces, hubo un temblor de los que dan susto.
‘Subterráneos I y II’: Originalmente una sola canción, separada para el master del disco. La parte I nos abrió muchas posibilidades de producción para el resto de las canciones. Es una de las mas desafiantes en vivo por los loops de piano que aparecen en el interludio. La parte II fue básicamente un demo que no quisimos manosear para conservar el espíritu punk del trío en vivo.
‘Intento de vuelo’: Más lenta y pegada con una buena explosión y outro final.
‘Valparaíso abajo’: Una de las canciones más pesadas. Tiene una estructura compleja que te lleva a distintos estados.
‘Así se formaron las rocas’: El lugar común es que es un verdadero viaje y una buena forma de cerrar el disco. Acá nos dimos espacio para jugar con texturas y capas.
4.6.12
El lucrativo negocio de las grabaciones inéditas
Michael Jackson, Blur y Red Hot Chili Peppers, entre otros, son parte de la actual oferta de archivos secretos musicales saliendo a la luz.
Luego de la pésima recepción de “Michael”, el primer disco póstumo de Michael Jackson y un fracaso tanto en crítica como en ventas, los albaceas del Rey del Pop procuran reivindicarse este 18 de septiembre con la salida de “Bad 25”. Se trata de la edición aniversario del famoso “Bad”, el séptimo trabajo solista del fallecido cantante, aparecido el año 1987, un álbum tan exitoso que nueve de sus diez canciones fueron singles (“Smooth criminal” y “The way you make me feel”, entre otras).
La diferencia entre este lanzamiento y “Thriller 25”, iniciativa similar llevada a cabo con “Thriller” poco antes de la muerte del astro, es que -en vez de incluir remezclas- dará a conocer grabaciones nunca antes publicadas. Un síntoma de que el negocio de las reediciones se ha vuelto cada vez más complejo, debido a que la capacidad de asombro del público ha ido disminuyendo desde que publicaciones similares se volvieron pan de cada día.
A partir del boom digital, que hizo poco viable comercialmente invertir en artistas nuevos, cualquier archivo secreto de un consagrado sirve de excusa para que un sello multinacional haga promoción con bombos y platillos. “Bad 25” contendrá audio inédito de Michael Jackson en el estudio, durante las sesiones del disco, además de una filmación íntegra de un show de 1988 en Wembley, frente a la Princesa Diana y al Príncipe Carlos, encontrada en VHS en la colección privada del cantante. El primer bocado de este relanzamiento es el demo “Don’t be messin’ ‘round”, ya disponible en línea y con edición física pactada para el 5 de este mes, como lado B del célebre sencillo “I just can’t stop loving you”.
Otro título fundamental en la historia del pop, “Graceland” de Paul Simon, la mitad del dúo Simon & Garfunkel, volverá a ser presentado esta semana (el 5 de junio), para celebrar su cuarto de siglo. El álbum data de 1986, y es considerado responsable de poner la música africana en los oído de Occidente, una influencia que vive hasta hoy en nombres tan actuales como Vampire Weekend y Tune-Yards, dos favoritos del público indie. En su nueva versión, la importante placa traerá demos y registros de sus sesiones originales, llevadas a cabo en Sudáfrica.
Para fines de julio, específicamente el día 30, el grupo inglés Blur prepara la salida de un box set con toda su discografía. La caja llevará por nombre “21” porque conmemora igual cantidad de años desde el debut de la banda, “Leisure”, y también porque contiene la descomunal cifra de 21 CDs. Además de ofrecer sus siete discos oficiales, el cuarteto británico promete deleitar a los fanáticos acérrimos con prácticamente todo su cuerpo de trabajo. Eso significa versiones preliminares de canciones conocidas (“For tomorrow”, “Beetlebum”), temas que permanecieron años perdidos y olvidados (“Hope you find your suburbs”, “Saturday morning”) e incluso ensayos.
En carpeta
Pese a que la muerte de Adam Yauch sembró dudas acerca del futuro de los Beastie Boys, Mike D, uno de los sobrevivientes del trío, aseguró recientemente a Rolling Stone que el fallecido rapero habría querido que el grupo siguiera. Y sin ir más lejos, el músico también confesó que tienen grabaciones con su extinto compañero. Los registros datan de fines de 2011, mientras Yauch estaba en una etapa crítica del cáncer que le quitó la vida, pero habrían sido llevados a cabo por expresa petición suya. Se desconoce cómo y cuándo estos registros podrían salir a la luz, pero su mera existencia constituye una luz de esperanza para el devenir de la banda.
En una línea similar, aunque menos concreta aún, el sitio de chismes estadounidense TMZ afirmó que, según fuentes cercanas a Donna Summer, la cantante dejó avanzado parte de un nuevo lanzamiento antes de fallecer. La teoría no es descabellada si se considera que la solista, efectivamente, tenía planes para su carrera; entre ellos, una visita a Chile que nunca se pudo concretar.
Por lo pronto, nuevos archivos secretos serán desclasificados y seguirán atrayendo a los coleccionistas. Entre todas las tentativas, la más segura es la de Red Hot Chili Peppers. Vía Twitter, los miembros del cuarteto comunicaron que, durante los próximos meses, pondrán a disposición una serie de vinilos en siete pulgadas con 18 demos de su último disco, “I’m with you”, presentado en agosto del año pasado.
Luego de la pésima recepción de “Michael”, el primer disco póstumo de Michael Jackson y un fracaso tanto en crítica como en ventas, los albaceas del Rey del Pop procuran reivindicarse este 18 de septiembre con la salida de “Bad 25”. Se trata de la edición aniversario del famoso “Bad”, el séptimo trabajo solista del fallecido cantante, aparecido el año 1987, un álbum tan exitoso que nueve de sus diez canciones fueron singles (“Smooth criminal” y “The way you make me feel”, entre otras).
La diferencia entre este lanzamiento y “Thriller 25”, iniciativa similar llevada a cabo con “Thriller” poco antes de la muerte del astro, es que -en vez de incluir remezclas- dará a conocer grabaciones nunca antes publicadas. Un síntoma de que el negocio de las reediciones se ha vuelto cada vez más complejo, debido a que la capacidad de asombro del público ha ido disminuyendo desde que publicaciones similares se volvieron pan de cada día.
A partir del boom digital, que hizo poco viable comercialmente invertir en artistas nuevos, cualquier archivo secreto de un consagrado sirve de excusa para que un sello multinacional haga promoción con bombos y platillos. “Bad 25” contendrá audio inédito de Michael Jackson en el estudio, durante las sesiones del disco, además de una filmación íntegra de un show de 1988 en Wembley, frente a la Princesa Diana y al Príncipe Carlos, encontrada en VHS en la colección privada del cantante. El primer bocado de este relanzamiento es el demo “Don’t be messin’ ‘round”, ya disponible en línea y con edición física pactada para el 5 de este mes, como lado B del célebre sencillo “I just can’t stop loving you”.
Otro título fundamental en la historia del pop, “Graceland” de Paul Simon, la mitad del dúo Simon & Garfunkel, volverá a ser presentado esta semana (el 5 de junio), para celebrar su cuarto de siglo. El álbum data de 1986, y es considerado responsable de poner la música africana en los oído de Occidente, una influencia que vive hasta hoy en nombres tan actuales como Vampire Weekend y Tune-Yards, dos favoritos del público indie. En su nueva versión, la importante placa traerá demos y registros de sus sesiones originales, llevadas a cabo en Sudáfrica.
Para fines de julio, específicamente el día 30, el grupo inglés Blur prepara la salida de un box set con toda su discografía. La caja llevará por nombre “21” porque conmemora igual cantidad de años desde el debut de la banda, “Leisure”, y también porque contiene la descomunal cifra de 21 CDs. Además de ofrecer sus siete discos oficiales, el cuarteto británico promete deleitar a los fanáticos acérrimos con prácticamente todo su cuerpo de trabajo. Eso significa versiones preliminares de canciones conocidas (“For tomorrow”, “Beetlebum”), temas que permanecieron años perdidos y olvidados (“Hope you find your suburbs”, “Saturday morning”) e incluso ensayos.
En carpeta
Pese a que la muerte de Adam Yauch sembró dudas acerca del futuro de los Beastie Boys, Mike D, uno de los sobrevivientes del trío, aseguró recientemente a Rolling Stone que el fallecido rapero habría querido que el grupo siguiera. Y sin ir más lejos, el músico también confesó que tienen grabaciones con su extinto compañero. Los registros datan de fines de 2011, mientras Yauch estaba en una etapa crítica del cáncer que le quitó la vida, pero habrían sido llevados a cabo por expresa petición suya. Se desconoce cómo y cuándo estos registros podrían salir a la luz, pero su mera existencia constituye una luz de esperanza para el devenir de la banda.
En una línea similar, aunque menos concreta aún, el sitio de chismes estadounidense TMZ afirmó que, según fuentes cercanas a Donna Summer, la cantante dejó avanzado parte de un nuevo lanzamiento antes de fallecer. La teoría no es descabellada si se considera que la solista, efectivamente, tenía planes para su carrera; entre ellos, una visita a Chile que nunca se pudo concretar.
Por lo pronto, nuevos archivos secretos serán desclasificados y seguirán atrayendo a los coleccionistas. Entre todas las tentativas, la más segura es la de Red Hot Chili Peppers. Vía Twitter, los miembros del cuarteto comunicaron que, durante los próximos meses, pondrán a disposición una serie de vinilos en siete pulgadas con 18 demos de su último disco, “I’m with you”, presentado en agosto del año pasado.
El mundo según Fito Páez
Más que un embajador de Argentina, Fito Páez es un emisario de otro tiempo, de esa época en que el pop más interesante del sur del mundo se hacía al otro lado de la cordillera. Ahora que Chile aventaja musicalmente a sus vecinos, "El amor después del amor" es sólo una postal nostálgica, pero eso no quita que sus canciones sigan erizando pelos por donde sea que pasen. En la partida de esta gira conmemorativa, el rosarino asume otra vez el papel que, hace dos décadas, lo convirtió en el solista más popular su país: ser un catalizador del legado de sus maestros y un ícono de su generación.
Por la pantalla gigante del Movistar Arena desfilan vivos y muertos. Son los colaboradores notables del disco: Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, Charly García, Andrés Calamaro, Fabiana Cantilo, Celeste Carballo. La flor y nata. Sólo faltó Gustavo Cerati, que aportó su guitarra en "Tumbas de la gloria", todavía la mejor muestra de un álbum emblemático, cómplice de tantas vacaciones y romances que anoche tuvo una altísima convocatoria (aunque no un lleno total, culpa tal vez de la copada agenda santiaguina).
Fue una montaña rusa emocional. Cuando Fito Páez toca "A rodar mi vida", miles de chalecos, polerones y bufandas son agitados en el aire por la gente. En "Un vestido y un amor" y "Pétalo de sal", surge el coreo generalizado. A la altura de "Brillante sobre el mic", no queda otra opción más que callarse y dejarse conmover. Hay demasiada carga emotiva en estas canciones como para abrirle la puerta al cinismo. Se tributa al Ridley Scott de "Thelma y Louise" y no al de "Blade Runner" ("Dos días en la vida"), y no hay perdón para el que confunda el loop de "El amor después del amor" con "Streets of Philadelphia" de Bruce Springsteen. Así es el mundo según este flaco eléctrico: un lugar dominado por su ego y su genio, esa peligrosa combinación que terminó quemando su carrera antes de tiempo, pero que -al menos anoche- le valió al trasandino el perdón de todos sus pecados.
Kuervos del Sur: La raíz vencerá al cemento
Un grupo como Kuervos del Sur, liberado de la presión de cumplir con ciertos ritos del mercado, sólo lanza un disco en vivo si está conforme con su desempeño y quiere inmortalizarlo. "En vivo en Sala Master", la placa que registra un show de 2010 del grupo y que fue presentada al año siguiente, actúa como primer buen indicio -en el papel- de lo que este empalme de origen curicano puede hacer.
En su sesión de Rockaxis TV, Kuervos del Sur efectivamente estuvo a la altura de sus pergaminos (tocan juntos hace 14 años, y han recibido la venia de Los Jaivas y Congreso) y nos regaló otro momento digno de atesorar. La impronta que el grupo cultiva, un rock de vocación folklórica y progresiva, no hace más que ganar puntos sobre un escenario; es música que se defiende mejor en vivo que en un estudio de grabación. Sus percusiones tienen vida y personalidad, y el rasgueo del charango eléctrico condensa en su sonido el espíritu agreste de la banda.
En su sesión de Rockaxis TV, Kuervos del Sur efectivamente estuvo a la altura de sus pergaminos (tocan juntos hace 14 años, y han recibido la venia de Los Jaivas y Congreso) y nos regaló otro momento digno de atesorar. La impronta que el grupo cultiva, un rock de vocación folklórica y progresiva, no hace más que ganar puntos sobre un escenario; es música que se defiende mejor en vivo que en un estudio de grabación. Sus percusiones tienen vida y personalidad, y el rasgueo del charango eléctrico condensa en su sonido el espíritu agreste de la banda.
2.6.12
El lucrativo negocio de las grabaciones inéditas
Grabaciones inéditas de Michael Jackson, Blur y Red Hot Chili Peppers, entre otros, son parte de la actual oferta de archivos secretos musicales saliendo a la luz.
Luego de la pésima recepción de “Michael”, el primer disco póstumo de Michael Jackson y un fracaso tanto en crítica como en ventas, los albaceas del Rey del Pop procuran reivindicarse este 18 de septiembre con la salida de “Bad 25”. Se trata de la edición aniversario del famoso “Bad”, el séptimo trabajo solista del fallecido cantante, aparecido el año 1987, un álbum tan exitoso que nueve de sus diez canciones fueron singles (“Smooth criminal” y “The way you make me feel”, entre otras).
La diferencia entre este lanzamiento y “Thriller 25”, iniciativa similar llevada a cabo con “Thriller” poco antes de la muerte del astro, es que -en vez de incluir remezclas- dará a conocer grabaciones nunca antes publicadas. Un síntoma de que el negocio de las reediciones se ha vuelto cada vez más complejo, debido a que la capacidad de asombro del público ha ido disminuyendo desde que publicaciones similares se volvieron pan de cada día.
A partir del boom digital, que hizo poco viable comercialmente invertir en artistas nuevos, cualquier archivo secreto de un consagrado sirve de excusa para que un sello multinacional haga promoción con bombos y platillos. “Bad 25” contendrá audio inédito de Michael Jackson en el estudio, durante las sesiones del disco, además de una filmación íntegra de un show de 1988 en Wembley, frente a la Princesa Diana y al Príncipe Carlos, encontrada en VHS en la colección privada del cantante. El primer bocado de este relanzamiento es el demo “Don’t be messin’ ‘round”, ya disponible en línea y con edición física pactada para el 5 de este mes, como lado B del célebre sencillo “I just can’t stop loving you”.
Otro título fundamental en la historia del pop, “Graceland” de Paul Simon, la mitad del dúo Simon & Garfunkel, volverá a ser presentado esta semana (el 5 de junio), para celebrar su cuarto de siglo. El álbum data de 1986, y es considerado responsable de poner la música africana en los oído de Occidente, una influencia que vive hasta hoy en nombres tan actuales como Vampire Weekend y Tune-Yards, dos favoritos del público indie. En su nueva versión, la importante placa traerá demos y registros de sus sesiones originales, llevadas a cabo en Sudáfrica.
Para fines de julio, específicamente el día 30, el grupo inglés Blur prepara la salida de un box set con toda su discografía. La caja llevará por nombre “21” porque conmemora igual cantidad de años desde el debut de la banda, “Leisure”, y también porque contiene la descomunal cifra de 21 CDs. Además de ofrecer sus siete discos oficiales, el cuarteto británico promete deleitar a los fanáticos acérrimos con prácticamente todo su cuerpo de trabajo. Eso significa versiones preliminares de canciones conocidas (“For tomorrow”, “Beetlebum”), temas que permanecieron años perdidos y olvidados (“Hope you find your suburbs”, “Saturday morning”) e incluso ensayos.
En carpeta
Pese a que la muerte de Adam Yauch sembró dudas acerca del futuro de los Beastie Boys, Mike D, uno de los sobrevivientes del trío, aseguró recientemente a Rolling Stone que el fallecido rapero habría querido que el grupo siguiera. Y sin ir más lejos, el músico también confesó que tienen grabaciones con su extinto compañero. Los registros datan de fines de 2011, mientras Yauch estaba en una etapa crítica del cáncer que le quitó la vida, pero habrían sido llevados a cabo por expresa petición suya. Se desconoce cómo y cuándo estos registros podrían salir a la luz, pero su mera existencia constituye una luz de esperanza para el devenir de la banda.
En una línea similar, aunque menos concreta aún, el sitio de chismes estadounidense TMZ afirmó que, según fuentes cercanas a Donna Summer, la cantante dejó avanzado parte de un nuevo lanzamiento antes de fallecer. La teoría no es descabellada si se considera que la solista, efectivamente, tenía planes para su carrera; entre ellos, una visita a Chile que nunca se pudo concretar.
Por lo pronto, nuevos archivos secretos serán desclasificados y seguirán atrayendo a los coleccionistas. Entre todas las tentativas, la más segura es la de Red Hot Chili Peppers. Vía Twitter, los miembros del cuarteto comunicaron que, durante los próximos meses, pondrán a disposición una serie de vinilos en siete pulgadas con 18 demos de su último disco, “I’m with you”, presentado en agosto del año pasado.
Cifras
El gran rumor
Eric Erlandson, ex guitarrista de Hole, la banda de Courtney Love, asegura que Kurt Cobain dejó listo un disco solista antes de morir. En una entrevista televisada en Estados Unidos, el músico afirmó que la voz de Nirvana estaba cambiando de rumbo musical, y que el truncado álbum sería “su Álbum Blanco”, en referencia a la seminal placa de The Beatles.
Luego de la pésima recepción de “Michael”, el primer disco póstumo de Michael Jackson y un fracaso tanto en crítica como en ventas, los albaceas del Rey del Pop procuran reivindicarse este 18 de septiembre con la salida de “Bad 25”. Se trata de la edición aniversario del famoso “Bad”, el séptimo trabajo solista del fallecido cantante, aparecido el año 1987, un álbum tan exitoso que nueve de sus diez canciones fueron singles (“Smooth criminal” y “The way you make me feel”, entre otras).
La diferencia entre este lanzamiento y “Thriller 25”, iniciativa similar llevada a cabo con “Thriller” poco antes de la muerte del astro, es que -en vez de incluir remezclas- dará a conocer grabaciones nunca antes publicadas. Un síntoma de que el negocio de las reediciones se ha vuelto cada vez más complejo, debido a que la capacidad de asombro del público ha ido disminuyendo desde que publicaciones similares se volvieron pan de cada día.
A partir del boom digital, que hizo poco viable comercialmente invertir en artistas nuevos, cualquier archivo secreto de un consagrado sirve de excusa para que un sello multinacional haga promoción con bombos y platillos. “Bad 25” contendrá audio inédito de Michael Jackson en el estudio, durante las sesiones del disco, además de una filmación íntegra de un show de 1988 en Wembley, frente a la Princesa Diana y al Príncipe Carlos, encontrada en VHS en la colección privada del cantante. El primer bocado de este relanzamiento es el demo “Don’t be messin’ ‘round”, ya disponible en línea y con edición física pactada para el 5 de este mes, como lado B del célebre sencillo “I just can’t stop loving you”.
Otro título fundamental en la historia del pop, “Graceland” de Paul Simon, la mitad del dúo Simon & Garfunkel, volverá a ser presentado esta semana (el 5 de junio), para celebrar su cuarto de siglo. El álbum data de 1986, y es considerado responsable de poner la música africana en los oído de Occidente, una influencia que vive hasta hoy en nombres tan actuales como Vampire Weekend y Tune-Yards, dos favoritos del público indie. En su nueva versión, la importante placa traerá demos y registros de sus sesiones originales, llevadas a cabo en Sudáfrica.
Para fines de julio, específicamente el día 30, el grupo inglés Blur prepara la salida de un box set con toda su discografía. La caja llevará por nombre “21” porque conmemora igual cantidad de años desde el debut de la banda, “Leisure”, y también porque contiene la descomunal cifra de 21 CDs. Además de ofrecer sus siete discos oficiales, el cuarteto británico promete deleitar a los fanáticos acérrimos con prácticamente todo su cuerpo de trabajo. Eso significa versiones preliminares de canciones conocidas (“For tomorrow”, “Beetlebum”), temas que permanecieron años perdidos y olvidados (“Hope you find your suburbs”, “Saturday morning”) e incluso ensayos.
En carpeta
Pese a que la muerte de Adam Yauch sembró dudas acerca del futuro de los Beastie Boys, Mike D, uno de los sobrevivientes del trío, aseguró recientemente a Rolling Stone que el fallecido rapero habría querido que el grupo siguiera. Y sin ir más lejos, el músico también confesó que tienen grabaciones con su extinto compañero. Los registros datan de fines de 2011, mientras Yauch estaba en una etapa crítica del cáncer que le quitó la vida, pero habrían sido llevados a cabo por expresa petición suya. Se desconoce cómo y cuándo estos registros podrían salir a la luz, pero su mera existencia constituye una luz de esperanza para el devenir de la banda.
En una línea similar, aunque menos concreta aún, el sitio de chismes estadounidense TMZ afirmó que, según fuentes cercanas a Donna Summer, la cantante dejó avanzado parte de un nuevo lanzamiento antes de fallecer. La teoría no es descabellada si se considera que la solista, efectivamente, tenía planes para su carrera; entre ellos, una visita a Chile que nunca se pudo concretar.
Por lo pronto, nuevos archivos secretos serán desclasificados y seguirán atrayendo a los coleccionistas. Entre todas las tentativas, la más segura es la de Red Hot Chili Peppers. Vía Twitter, los miembros del cuarteto comunicaron que, durante los próximos meses, pondrán a disposición una serie de vinilos en siete pulgadas con 18 demos de su último disco, “I’m with you”, presentado en agosto del año pasado.
Cifras
Beastie Boys
Discos vendidos la semana previa a la muerte de Adam Yauch: 4 mil copias
Discos vendidos la semana después: 55 mil copias
Aumento: 1235%
Descargas digitales la semana previa a la muerte de Adam Yauch: 14 mil
Descargas digitales la semana después: 151 mil
Aumento: 949%
Donna Summer
Discos vendidos la semana previa a su muerte: mil copias
Discos vendidos la semana después: 26 mil copias
Aumento: 3277%
Descargas digitales la semana previa a su muerte: 4 mil
Descargas digitales la semana después: 187 mil
Aumento: 4115%
Bee Gees
Discos vendidos la semana previa a la muerte de Robin Gibb: 6 mil
Discos vendidos la semana después: 27 mil
Aumento: 339%
Descargas digitales la semana previa a la muerte de Robin Gibb: 21 mil
Descargas digitales la semana después: 102 mil
Aumento: 379%
Para todos los gustos
El pop de Abba: “The Visitors”, el último disco de estudio del cuarteto sueco, aparecido en 1981, fue relanzado el 23 de abril con la inclusión de “From A Twinkling Star To A Passing Angel”. Nada más y nada menos que la primera grabación inédita del grupo desde 1994.
El metal de Pantera: Para celebrar las dos décadas de su obra maestra, “Vulgar display of power”, la disuelta banda lanzó la placa en versión de lujo y con un tema nunca antes publicado, “Piss”. El riff de la canción, eso sí, fue usado por el fallecido guitarrista Diamond Darrell en una grabación posterior.
El rap de J Dilla: Considerado uno de los mejores productores de rap de todos los tiempos, J Dilla tiene archivos de sobra para desclasificar, pese a que murió a los 31 años en 2006. “Jay Dee’s revenge” se llama su nuevo single póstumo, junto a Danny Brown.
Eric Erlandson, ex guitarrista de Hole, la banda de Courtney Love, asegura que Kurt Cobain dejó listo un disco solista antes de morir. En una entrevista televisada en Estados Unidos, el músico afirmó que la voz de Nirvana estaba cambiando de rumbo musical, y que el truncado álbum sería “su Álbum Blanco”, en referencia a la seminal placa de The Beatles.
1.6.12
Giorgio Moroder: El legendario productor de Donna Summer regresa a la música bailable
Tras los fallecimientos de la cantante y Robin Gibb de los Bee Gees, no todo son malas noticias para los amantes de la onda disco: Giorgio Moroder, el padre del género, está de vuelta y viene cargado de novedades.
Giorgio Moroder se convirtió en el músico más buscado del orbe, apenas confirmada la muerte de Donna Summer, el pasado jueves 17 de mayo. Conocido como el padre de la onda disco, por sus trabajos con la fallecida cantante y el compositor Pete Bellote, el italiano de 72 años permanecía últimamente en el limbo entre la actividad esporádica y el retiro definitivo. Pero todo indica que durante los próximos meses veremos el resurgir de este multifacético productor, solista, arreglista, mago de los sintetizadores y pionero del sonido que hasta hoy hace bailar al mundo.
En pocos días, Moroder volvió a la carga por partida triple. Primero manifestó su interés en preparar una remezcla de “Love to love you baby”, el hit de 1975 que dio a conocer a Donna Summer; 17 minutos de celebración de la sensualidad que se transformaron en piedra fundacional del pop contemporáneo. La canción fue uno de los primeros éxitos mundiales en recibir una versión extendida, por expresa orden de Neil Boggart, director del desaparecido sello Casablanca, que estaba aburrido de que le pidieran repetir el tema una y otra vez cuando lo tocaba en fiestas.
Acto seguido, el veterano artista confesó que le encantaría asesorar nuevamente a solistas femeninas, y deslizó dos taquilleros nombres en los que está interesado: Rihanna y Nicki Minaj. De inmediato se dispararon los rumores y tentativas sobre cómo, cuándo y dónde podrían concretarse esas colaboraciones. No sería la primera vez que cantantes actuales se acerquen su legado, aunque ahora sí participarían codo a codo con él. En 2004, Beyoncé usó parte de “Love to love you baby” en su single “Naughty girl”, y Jessica Simpson hizo lo propio con un cover de “Take my breath away” de Berlin -de la película “Top gun”-, una de las decenas de trabajos de Moroder para el cine (otros títulos incluyen “Gigoló americano”, “Expreso de medianoche” y “Cara cortada”).
Sin embargo, la tercera novedad del italiano es la más concreta y supone interés porque no sólo involucra su firma. En un reciente congreso, el IMS (International Music Summit) celebrado en Ibiza la semana pasada, el eximio productor confirmó su participación en el próximo álbum del dúo electrónico francés Daft Punk, esperado hace ya siete años. Su aporte consistió en registrar un diálogo autobiográfico, en clave cercana al rap. Otro genio de la onda disco presente en el encuentro, Nile Rodgers (el arquitecto detrás del grupo Chic), anunció que también grabó en el venidero lanzamiento, no sin antes deshacerse en elogios hacia Giorgio Moroder. Su lista de fans es de nunca acabar.
Giorgio Moroder se convirtió en el músico más buscado del orbe, apenas confirmada la muerte de Donna Summer, el pasado jueves 17 de mayo. Conocido como el padre de la onda disco, por sus trabajos con la fallecida cantante y el compositor Pete Bellote, el italiano de 72 años permanecía últimamente en el limbo entre la actividad esporádica y el retiro definitivo. Pero todo indica que durante los próximos meses veremos el resurgir de este multifacético productor, solista, arreglista, mago de los sintetizadores y pionero del sonido que hasta hoy hace bailar al mundo.
En pocos días, Moroder volvió a la carga por partida triple. Primero manifestó su interés en preparar una remezcla de “Love to love you baby”, el hit de 1975 que dio a conocer a Donna Summer; 17 minutos de celebración de la sensualidad que se transformaron en piedra fundacional del pop contemporáneo. La canción fue uno de los primeros éxitos mundiales en recibir una versión extendida, por expresa orden de Neil Boggart, director del desaparecido sello Casablanca, que estaba aburrido de que le pidieran repetir el tema una y otra vez cuando lo tocaba en fiestas.
Acto seguido, el veterano artista confesó que le encantaría asesorar nuevamente a solistas femeninas, y deslizó dos taquilleros nombres en los que está interesado: Rihanna y Nicki Minaj. De inmediato se dispararon los rumores y tentativas sobre cómo, cuándo y dónde podrían concretarse esas colaboraciones. No sería la primera vez que cantantes actuales se acerquen su legado, aunque ahora sí participarían codo a codo con él. En 2004, Beyoncé usó parte de “Love to love you baby” en su single “Naughty girl”, y Jessica Simpson hizo lo propio con un cover de “Take my breath away” de Berlin -de la película “Top gun”-, una de las decenas de trabajos de Moroder para el cine (otros títulos incluyen “Gigoló americano”, “Expreso de medianoche” y “Cara cortada”).
Sin embargo, la tercera novedad del italiano es la más concreta y supone interés porque no sólo involucra su firma. En un reciente congreso, el IMS (International Music Summit) celebrado en Ibiza la semana pasada, el eximio productor confirmó su participación en el próximo álbum del dúo electrónico francés Daft Punk, esperado hace ya siete años. Su aporte consistió en registrar un diálogo autobiográfico, en clave cercana al rap. Otro genio de la onda disco presente en el encuentro, Nile Rodgers (el arquitecto detrás del grupo Chic), anunció que también grabó en el venidero lanzamiento, no sin antes deshacerse en elogios hacia Giorgio Moroder. Su lista de fans es de nunca acabar.
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