De ser una banda de colegiales con ideas dispersas y rumbo poco definido, Milodonte acaba de dar el gran salto con “Subsuelo”, un segundo disco de personalidad marcada y ásperas guitarras influenciadas por Sonic Youth.
“El milodonte es un bicho raro. A pesar de ser chileno, no representa una identidad nacional típica”, comentan los miembros de Milodonte, la banda de Benjamín Astete, Eugenio Larraín y Sebastián Grau. Los tres se conocieron tocando punk rock cuando eran liceanos, después en 2009 sacaron un disco y ahora acaban de editar otro.
Entre ambos trabajos, el debut “Guía para los animales” y el reciente “Subsuelo”, hay un abismo de diferencia: el primero parece una lista de reproducción aleatoria con varios artistas y el segundo es un álbum con todas las de la ley. “Se puede dejar correr de principio a fin, tiene un ambiente que te atrapa”, dicen ellos sobre este nuevo lanzamiento, disponible en www.milodonte.com.
“Subsuelo” es bastante distinto a “Guía para los animales”. Ahora con la perspectiva del tiempo, ¿qué piensan de su debut?
Mirando para atrás, creemos que fue un buen disco considerando la época en que se compuso, le tenemos cariño porque supimos que hicimos lo mejor posible, pero lo vemos como una pieza que funciona más como un conjunto de EPs que como un LP, a diferencia de “Subsuelo”.
Claro, el concepto de “Subsuelo” está mucho mejor amarrado. ¿Implicó más reflexión previa, tal vez?
Siempre tuvimos en mente hacer un disco que fuera más homogéneo, que funcionara como una sola pieza. A pesar de que no es un disco conceptual, teníamos en la cabeza una estética que involucraba las canciones y el sonido. Quizás no fue una reflexión tan consciente o forzada, quizás fue un proceso más intuitivo y al final más honesto. Además, desde un principio, el proceso de composición fue muy espontáneo y las canciones respondían a una época común.
Hablando de épocas en común, ¿cómo ha cambiado la banda desde que eran colegiales hasta ahora? ¿Qué se mantiene?
Por una parte, lo que se ha mantenido siempre es el ánimo de hacer las cosas lo mejor posible, partiendo por la música y siguiendo hasta los mínimos detalles. Por otro, el hilo conductor de las distintas etapas de la banda, desde que tocábamos punk hasta ahora, ha sido la dupla que armamos con Benjamín. Es el DIY pero sin abusar de la huincha aisladora. Lo que ha cambiado es sobre todo la forma de hacer música. Los roles de los tres que formamos el núcleo de Milodonte son flexibles, somos capaces de aportar ideas con distintos instrumentos, y eso hace que todo se haga más espontáneo y natural.
¿Y en qué se reflejan esa flexibilidad y ese intercambio de ideas en “Subsuelo”?
En que, en general, la mayoría de las canciones nacieron con un riff de guitarra guacho, que después desarrollamos en un demo o improvisando en la sala de ensayo. Además, como un tercio de las canciones ya venían más completas desde su origen, con las estructuras más definidas. La grabación fue rápida, pero le dedicamos mucho tiempo a las guitarras, sobre todo buscando los timbres ideales para cada sección. Por otra parte, hubo una preocupación por encontrar un sonido especial, dándole importancia a registrar como sonaban los instrumentos en la sala, usando micrófonos a cinta y fijándose con especial cuidado en la batería, que la grabamos en una sala grandota. Por lo general la forma de trabajar el disco fue preocuparse de no invadir el ambiente que armaban los riff y la batería. Por eso las voces Benjamín las trabajó tratando de no romper con eso y quizás por eso mismo se sienten más enterradas. Las otras capas también se trabajaron un poco con esa intención.
Milodonte es una banda de guitarras. ¿No creen que el panorama guitarrero en Chile está un poco estancado?
Sí, estamos de acuerdo, es verdad que hace un tiempo que no hay una banda nueva que proponga algo fresco a partir de las guitarras y por eso creemos que existe espacio. Quizás eso que tu dices que ocurre en Chile, es así también afuera, por lo menos hablando de música que no es cien por ciento experimental.
Entonces, según ustedes mismos, ¿qué hace interesante a su grupo?
Quizás que no somos tan predecibles. Ninguno de los tres somos músicos de aula, somos todos autodidactas y quizás no estamos tan determinados a hacer algo en especifico o caer en recursos sobreexplotados. Al final, sin querer salen cosas frescas. Puede que en diez años estemos haciendo polka noise.
“SUBSUELO”, CANCIÓN POR CANCIÓN
‘Fisuras’: La elegimos como single porque representaba bien el disco, Tiene un buen equilibrio entre lo más delicado y lo más áspero, sobre todo el riff que abre y cierra la canción.
‘Otras especies’: Una de las más densas de Subsuelo. Es una de nuestras preferidas. La estructura es súper rara, pero fluye bien.
‘Hombre en el cable’: El demo se llamaba ‘Lalalalá’. En vivo el publico cree que se acaba a mitad del interludio.
‘Tiempo’: La “balada” del disco, que termina destruida y con tonos estridentes.
‘Disciplina’: El primer tema compuesto en guitarra por Eugenio y uno de las primeras que quedaron listos.
‘Ribbon’: Es más instrumental, juega con ricos timbre y melodías de guitarra. Mientras grabamos las voces, hubo un temblor de los que dan susto.
‘Subterráneos I y II’: Originalmente una sola canción, separada para el master del disco. La parte I nos abrió muchas posibilidades de producción para el resto de las canciones. Es una de las mas desafiantes en vivo por los loops de piano que aparecen en el interludio. La parte II fue básicamente un demo que no quisimos manosear para conservar el espíritu punk del trío en vivo.
‘Intento de vuelo’: Más lenta y pegada con una buena explosión y outro final.
‘Valparaíso abajo’: Una de las canciones más pesadas. Tiene una estructura compleja que te lleva a distintos estados.
‘Así se formaron las rocas’: El lugar común es que es un verdadero viaje y una buena forma de cerrar el disco. Acá nos dimos espacio para jugar con texturas y capas.
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