22.9.12
Dead Can Dance - Anastasis
Todo depende de la escala que se utilice. Según las dimensiones espaciotemporales de Dead Can Dance, 16 años sin sacar un disco es poco tiempo. Los 23 mil kilómetros que separan la casa de Lisa Gerrard en Australia del estudio de Brendan Perry en Irlanda tampoco son impedimento. Hablamos de un dúo conectado con la energía musical, filosófica y poética de centurias pasadas en lugares tan lejanos como Turquía, Líbano, Marruecos y Grecia. La inmediatez de estos tiempos, sencillamente, no corre cuando se trata de los autores de “Anastasis”, uno de los mejores regresos de esta temporada; ocho cortes para llenar un vacío que jamás pudo ser ocupado por otros.
Cuando se abraza una esencia universal, la caducidad deja de ser una opción. Dead Can Dance mantiene en conserva todos los atributos que cimentaron su prestigio: la predominancia de la textura por sobre la estructura, la división de roles vocales y el uso de instrumentos como tambores de marco irlandés o salterios chinos. “Anastasis” puede ser árabe (“Agape”), gótico (“All in good time”) o africano (“Opium”) sin tener que disfrazarse para aparentar. Las gaitas programadas en la escalofriante “Return of the she King”, el único dueto del álbum, muestran a un par de veteranos que estudian el pasado, y gracias a ese conocimiento, miran directamente a los ojos del futuro.
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