16.10.13

La música no tiene fecha de vencimiento en la era YouTube

Una canción de Kanye West musicaliza el fenómeno viral del momento. Tiene ocho años de antigüedad y nunca fue editada como single, pero esta semana arrasó en la lista más importante de Billboard.




Este año, Kanye West ha saboreado lo amargo y lo dulce de la nueva industria musical. Su último disco, “Yeezus”, fue objeto de atención planetaria durante un abrir y cerrar de ojos, antes de hundirse en las listas en tiempo récord pese al vitoreo de la crítica. Como ya es cada vez más habitual, la antesala del lanzamiento concitó mayor interés que su vida útil. Cuatro meses después de aparecer, el álbum es apenas una nota al pie de página en la cobertura sobre el rapero, centrada en la relación que mantiene con Kim Kardashian y en sus conflictos con la prensa.

Pero, desde este mes, West experimenta un éxito casi inaudito, y sin moverse de su escritorio. “Gone”, una canción que publicó hace ocho años en su segundo disco, “Late registration”, ingresó esta semana al Hot 100, el ranking más importante Billboard. Es decir, un tema que nunca fue sencillo ahora se encarama por encima de hits de la temporada como “Get lucky” de Daft Punk (puesto 22) o “Mirrors” (20) de Justin Timberlake. También supera largamente el rendimiento de “Bound 2”, el actual encargado de promocionar “Yeezus”, que sólo llegó al número 55.

¿Cómo pasó algo así? La respuesta está en YouTube: el fenómeno viral del momento en el sitio de videos consiste en grabarse bailando “Gone”. La moda empezó a fines de septiembre, cuando una estadounidense llamada Marina Shifrin decidió comunicar su renuncia a la empresa donde trabajaba mediante “I quit”, un video subtitulado que la muestra practicando la ya famosa coreografía. 15 millones de personas lo han visto, y por supuesto que las imitaciones no se hicieron esperar. Desde una mamá amenazando con irse de la casa si sus hijos no se portan bien, hasta los ex empleadores de Shifrin anunciando que hay una vacante en la oficina, todos se mueven al ritmo de Kanye West.

Desde febrero pasado, Billboard permite que el flujo de YouTube afecte sus conteos, tal como las ventas físicas, las descargas digitales o la rotación en radios, entre otras estadísticas convencionales. Las visitas al video “I quit” se tradujeron en 6 millones de reproducciones para “Gone”, lo que a su vez atrajo a 9 mil compradores, un salto enorme respecto a las prácticamente nulas ventas de la semana pasada. Además, avanza en listas especializadas: irrumpió en la cuarta casilla del Rap Songs Chart y en la sexta del R&B/Hip Hop Songs.




Ha pasado antes 

“Harlem shake”, la canción del productor Baauer que dio origen al disparatado fenómeno de igual nombre, apareció en mayo de 2012, aunque recién se hizo conocida en febrero pasado gracias al viral que sirve como antecedente directo de lo que ocurre con “Gone”. Más extremo aun es el caso de “Baby blue”, el tema del –hasta hace poco- olvidado grupo inglés Badfinger que musicalizó los instantes finales de “Breaking bad”: hoy ocupa el puesto 14 del ranking de canciones rock, pese a ser de 1972.

Antes de considerar a YouTube como un factor relevante, Billboard permitía que canciones antiguas ingresaran a sus listas si mostraban renovada actividad. Un caso emblemático es el de “All I want for Christmas is you”, de Mariah Carey, que en la misma versión ha entrado a sus listas tres veces desde 1994. La última fue la Navidad pasada, ascendiendo al puesto 29, el más alto que ha conseguido.

En Inglaterra, existe la tradición anual de boicotear al programa cazatalentos “X factor” y arrebatarle la cima del ranking UK Singles Chart al participante ganador cuando estrena su sencillo debut. Promovida en redes sociales, la campaña funciona: “Killing in the name”, casilla 25 originalmente en 1993, le dio un inesperado número uno a Rage Against The Machine 16 años después.

Los concursos de canto logran que los televidentes, tras escuchar un tema de su agrado en voz de algún aspirante, lo busquen en Google y terminen escuchándolo en YouTube. O comprándolo, en el caso ideal. Le pasó a Tracy Chapman: su inolvidable “Fast car” fue recuperado hace dos años por un competidor de “Britain’s got talent” y volvió al cuarto lugar inglés tal como lo hizo al salir en 1988.

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