10.5.12

Duran Duran: Armar y desarmar

Hubo un tiempo en que Duran Duran era la banda más grande del mundo, y las secuelas de esa época fueron palpables anoche en un Teatro Caupolicán lleno y rendido a sus pies. Esos niños bonitos que robaban suspiros femeninos en los 80, y eran ninguneados por los trolls de aquel entonces, ofrecieron uno de los mejores conciertos que haya dado un número del recuerdo en nuestro país. Completamente repuesto de una afección vocal que lo mantuvo inactivo por meses, Simon Le Bon dejó pasmados a sus fans sonando tal cual lo conocieron hace ya tres décadas. Y como quien le vende el alma al diablo, el bajista John Taylor apoyó la labor del frontman luciendo muy joven y moldeando el ritmo con precisión de reloj suizo.

Del baile ("The reflex", "Hungry like a wolf") a los temas lentos ("Come undone", "Ordinary world"), y del presente inmediato ("Before the rain") al pasado más remoto ("Planet Earth"). Nada que reprocharle a un compendio de clásicos pop de orientación funky que, de alguna u otra forma, siempre mantuvo su raíz post punk y new wave. "Estamos acá para su placer", dijeron al iniciar el concierto. Cumplieron su palabra. Hubo muy poco de "All you need is now", su última entrega, aunque lo mostrado de ese disco ratifica los elogios que ha conseguido, de la mano del productor Mark Ronson (el responsable de "Back to black" de Amy Winehouse).

Duran Duran no ha perdido el filo, pero además el tiempo y las tendencias han jugado a su favor. El saxo usado en "Girls on film", por ejemplo, habría sido un detalle pasado de moda hace una década, pero hoy el revival de ese instrumento (en proyectos jóvenes como Destroyer o M83) suma atractivo a la apuesta del ahora cuarteto. De seguro están al tanto. Hablamos de un grupo que no da puntada sin hilo y que es capaz de recular, colaborando con Timbaland (en el fiasco "Red carpet massacre") y levantándose después del fracaso con la ayuda del genial David Lynch. Eso se llama inteligencia. Y de artificial sólo tiene la ropa y los peinados. El resto es todo de verdad.

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