Es la mejor definición para Britney Spears. Los videos que exhibe antes y durante su concierto la muestran escapando de la policía y luego siendo buscada alrededor del mundo, en calidad de prófuga. Imposible de encontrar para sus perseguidores, la cantante arranca de la justicia y consigue, según la narración, llegar hasta el concierto. Ya arriba del escenario, aunque todos saben quién es, ella sigue camuflándose. Es su especialidad. Es lo que lleva haciendo hace más de una década, convirtiendo la metamorfosis en la tónica de su carrera y de sus espectáculos en vivo.
Britney tiene mil rostros. Es la colegiala del video de "... Baby one more time" y la misma que después besó a Madonna en los premios MTV. También la que terminó consternando al mundo con sus devaneos mentales.
En el Estadio Nacional, la cantante entregó un despliegue escenográfico impresionante -con sorpresas como las góndolas egipcias en "Gimme more" y el altísimo columpio en "Don't let me be the last to know"-, además de varios cambios de vestuario y un dotado cuerpo de baile. ¿Trucos para esconder sus comentadas carencias vocales, que la obligan a usar el doblaje como única herramienta de salvación? Sí, es una interpretación plausible.
Poco y nada canta la estadounidense, quien incluso a veces falla en sincronizar sus labios al ritmo de las pistas grabadas con las que hace mímica. Pero el show de Britney Spears no se trata de música, sino de un ritual de culto a la personalidad. Sus canciones, en las que alude a sus críticos ("Piece of me") o hace solapadas referencias sexuales ("If u seek Amy", "Big fat bass"), son la plataforma que usa para potenciar el mito en torno a su polémica figura. Así, alimenta el comidillo que, a su vez, nutre de tópicos sus últimas letras (concentradas en la estupenda trilogía que conforman los discos "Blackout", "Circus" y "Femme fatale").
Gato por liebre, dirán algunos. Otros, los miles que gozaron con la presentación, responderán lo contrario. Sea como sea, todos hablan sobre Britney. Y eso es lo único que a ella le importa.
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