7.1.12

Cuatro hitos en la carrera de Ricky Martin



"Ricky Martin" (1991)

Poco antes de cumplir 20 años, Ricky Martin se estrenó como solista con este disco homónimo, en el que dejaba atrás la imagen de niño inofensivo que cultivó en su paso por Menudo. De melena y pecho al viento, el boricua aparecía decidido a barrer con todo, en un álbum que le hacía justicia al ímpetu de su juventud. Con sencillos como "Fuego contra fuego", "Dime que me quieres" y "Susana", el cantante se convirtió de inmediato en una figura del pop latino. Por supuesto, Chile también cayó rendido a sus pies gracias a este álbum, que lo trajo al Festival de Viña por primera vez en 1993, como parte del jurado.

"A medio vivir" (1995)

Para que Ricky Martin se convirtiera en una megaestrella mundial, el eslabón necesario fue "A medio vivir", su tercer trabajo. Fue con este disco que el mercado hispanoparlante empezó a quedarle estrecho al puertorriqueño, gracias al éxito de la explosiva "María" en países como Alemania y Francia, que abrazaron con fervor al cantante y lo transformaron en una bomba de tiempo a punto de estallar en Estados Unidos. En 1996, otra vez sobre el escenario de la Quinta Vergara, el solista dio uno de sus conciertos más gloriosos en nuestro país, avalado también por las románticas "Te extraño, te olvido, te amo" y "Fuego de noche, nieve de día".

"Ricky Martin" (1999)

Con "La copa de la vida", el tema oficial de Francia 98, y una incontestable aparición en los Grammy del año siguiente, Ricky Martin se impuso en las grandes ligas. Pero no fue sino hasta "Livin' la vida loca", el single inaugural de este segundo álbum homónimo, que el músico logró coronar su carrera y matricularse en la pauta del fin de milenio. Simplemente no había escapatoria al influjo de la canción, encumbrada en la cúspide de los conteos del orbe. Como una profecía autocumplida, el título del tema condensó lo que sería, durante los próximos años, la carrera del artista.

"Música + alma + sexo" (2011)

Seis años distanciado de los estudios, que poco se notaron gracias a su Unplugged para MTV y su bullada salida del clóset, pasó Ricky Martin antes de la edición de este disco. Veterano de guerra con apenas 39 años, en "Música + alma + sexo" el boricua celebra la vida con una obra indirectamente confesional, pero fácil de interpretar como el retrato de un hombre reconciliado consigo mismo. Con la resaca del mareador éxito planetario superada, el solista vuelve a la carga con ánimo bailable, aunque ahora emana la serenidad de quien crece en público y resuelve cada vez mejor las situaciones.

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