Dos compañeros de colegio tenían un fanzine que se llamaba Neutral. Corrían esos ’90 en que aún el e-mail no figuraba en la lista de opciones y la oficina de correos era su única alternativa para conseguir material de los grupos que les interesaban, como Mosquito, uno de los proyectos paralelos de Steve Shelley, el baterista de Sonic Youth. Los colegiales amigos le escribieron al sello que editaba a la banda y la respuesta obtenida fue una postal que, en un español tarzanesco, decía “FUMAMOS! QUEMA SU CABEZA!”.
Eran Rodrigo Santis y Walter Roblero, dos de los futuros integrantes de Congelador, que años después usaron el nombre Quemasucabeza para bautizar la pequeña disquera independiente que fundaron. Con un álbum homónimo, lanzado en 1998, el trío inauguró un catálogo que hoy comprende 29 títulos y que nunca ha perdido las ganas de proponer. Emblemas del calibre de Pánico, Mostro y Familea Miranda confían sus álbumes en las manos de esta etiqueta, desde la que en 2005 emergió Gepe con una de las obras cumbre del cancionero nacional contemporáneo: su debut en largaduración, “Gepinto”.
Lo que, en un comienzo, fue una aventura iniciada gracias a una línea de crédito y la ayuda de amigos, en este momento es un referente básico de la autonomía artística en nuestro país. Pionera por atreverse a existir, cuando todavía era extraño hablar de independencia, la compañía apostó además por el rubro de la producción. Sus logros en ese ámbito incluyen las salidas al extranjero de Congelador, Gepe, Fernando Milagros y Pedropiedra, entre otros créditos locales; así como las venidas a Chile de los baluartes extranjeros Bill Callahan y Damo Suzuki. En ese cambalache de talentos, el inventario de Quemasucabeza se ha engalanado con solistas y grupos internacionales: el argentino Félix, los holandeses Mist y el propio Suzuki (junto a Congelador, en un disco en vivo que retrata su show conjunto) también son parte de su listado de álbumes.
Eso sí, la especialidad de la casa es la música nacional, cuyos signos vitales han sido leídos con claridad por el sello. En 2005, el compilado “Panorama Neutral” juntó en un mismo sitio a buena parte del talento subterráneo de aquel entonces, para luego exportarlo y distribuirlo en Japón, Europa, Estados Unidos y Argentina. Un año después, Javiera Mena con el álbum “Esquemas Juveniles” se transformó en el siguiente acierto de la disquera, que en 2009 volvió a dar en el clavo fichando a Chinoy, quien ya era un comentadísimo fenómeno que llenaba a tope todas sus presentaciones en vivo.
Este año encuentra a Quemasucabeza embarcado, una vez más, en tomarle el pulso a la contingencia en cuanto a la distribución y difusión de su catálogo. Los últimos estrenos de la compañía han estado disponibles gratuitamente en su sitio, mientras en el plano físico existen en vinilo, formato revitalizado en que ahora es posible encontrar las más recientes obras de Gepe, Caravana (suerte de superbanda liderada por Rodrigo Santis), Pedropiedra y Mostro. “San Sebastián”, la tercera entrega de Fernando Milagros, es el nuevo sabor en el menú de este mes. Un festín para el paladar.
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