7.1.12

Tony Bennett - Duets II: Ensayo y error


La peor equivocación de la carrera de Tony Bennett fue, al mismo tiempo, su primer intento de seducir a la juventud. Ocurrió en 1970, cuando el entonces devaluado crooner tuvo que rendirse ante el rock y la sicodelia, presionado por los ejecutivos de su sello. "Tony Bennett sings the great hits of today!" se llamó aquel fracaso artístico y comercial, en el que ni siquiera "Something" o "Eleanor Rigby" de The Beatles servían para esconder la incomodidad del cantante frente a un género que no era el suyo.

Con el paso del tiempo, el octogenario estadounidense comprendió que, para embelesar a las nuevas generaciones, no era necesario un cambio drástico en su esencia. Hacía falta establecer un puente, que conectara su estilo clásico y elegante con la impronta de músicos que, por edad, podrían ser nietos, hijos o hermanos menores.

Ese nexo llegó en 2006 a través de "Duets: An american classic". Una colección de duetos que transformó, nuevamente, a Tony Bennett en grito y plata. "Duets II" es su recién editada secuela, precedida por el éxito remozado de su artífice, pero esta vez también por una nota triste: la muerte de Amy Winehouse. La cantante inglesa grabó una sobrecogedora versión de "Body and soul" (inmortalizada por héroes como Billie Holiday, Ella Fitzgerald y Frank Sinatra), sin saber que sería su último registro en vida. Elegido como primer single antes del deceso, y transformado en dato rosa para siempre, el tema es la pieza central de un compendio generoso en invitados: la lista va desde Alejandro Sanz hasta Aretha Franklin, y pasa por Mariah Carey, Sheryl Crow y Michael Bublé.

Para completar el disco, Tony Bennett viajó por el mundo visitando a sus colaboradores, en un periplo que lo llevó por Siena, Nueva York y Londres, entre otros parajes. Todo fue hecho cara a cara, de cuerpo presente, sin la distancia que impone la comunicación virtual. Una cosecha fructífera cuyos aciertos son en grande. Lady Gaga se encarga de noquear a los escépticos en "The lady is a tramp", en una picaresca lectura que destila afinidad junto a Bennett, quien a su vez resulta ser también muy compatible con Norah Jones en la cómplice "Speak low". Hasta los puntos bajos de "Duets II", como la escasez de química que evidencian los aportes de John Mayer o Andrea Bocelli, dan cuenta de la plausible empresa de un músico que, a sus 85 años y con la voz intacta, aprendió a sorprender sin salirse de su propio libreto.

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