Johou: Galería enardecida

El cuarteto habla sobre cómo el fútbol, Bad Religion y las bandas chilenas a las que conocen influenciaron su nueva música, cuyas presentaciones en vivo requieren ir con polera de repuesto.

Panamá 387, en plena comuna de Ñuñoa, fue la dirección en que los cuatro miembros de Johou vivieron juntos y grabaron “La Sorda”, el segundo álbum de la banda, editado en 2008 por el extinto sello virtual Neurotyka. “Ese año estuvo lleno de experiencias y excesos”, según el cantante y bajista Tomás Riquelme, quien afirma que “al final eso construyó las bases de un disco que en sí mismo se responde: todo se devuelve”. Efectivamente, “Todo se devuelve” es el nombre de la tercera y más reciente placa del grupo, ahora bajo el alero del joven netlabel Armatoste.

“Le hemos puesto harto trabajo encima y peleas también”, comenta el frontman de la banda, que en su última entrega se muestra más a gusto que nunca con el formato canción, tras un comienzo cercano al ruidismo sónico y dado a los temas extensos. “Escuchamos sin parar “New Maps from Hell” de Bad Religion, que nos gustó mucho, en nuestra casa. Nos parecía increíble que estos vejetes se mandaran un discazo así teniendo cuánto, ¿50 años? Ese álbum volvió a mostrarnos ese coro futbolero de galucha enardecida que los hace cantar a todos, porque la idea es que todos lo pasen bien mientras tocamos. Esto es quizá lo que hace que en general el disco se deje escuchar y sea más digerible”.

“En (los estudios) Triana con (el ingeniero en sonido) Carlos Barros logramos sacar un crossover sonoro que nos dejó muy tranquilos; el rock de Johou y la paila más popera de Carlos”, ahonda Riquelme, en alusión a que el encargado de la grabación de “Todo se devuelve” figura en los créditos de títulos publicados por nombres como Adrianigual, De Saloon y Odisea. “Nos gusta el tema del riff ganchero y el coro lanzado, como que libera algo en ti. El formato canción tiene harto de esa construcción de temas, algo que nos agrada mucho”.

Sobre sus letras, que en ocasiones pasadas han hablado abiertamente sobre otros grupos (Ropa Americana y sus actuales compañeros de sello, La Puta Marlon, son mencionados en “La Sorda”), el músico afirma que este afán responde a que “la intención es referenciarnos con lo nuestro, con lo que conozco, lo que escucho todos los días y las bandas con las que tocamos”. En su tercer larga duración, Johou sigue la misma praxis en las pistas ‘Ay qué rico!’ (“ay qué rico cantar como Gepe, Nano Stern o Fernando Milagros”) y ‘Bili’ (“y tú me vienes a buscar para bailar el punk, ése que canta Tío Lucho y muchas bandas más”).

“Si estuviéramos en los 60's habría nombrado a Buddy Richard, Peter Rock y Patricio Manns, hubiesen sido del sello o no”, explica Riquelme sobre la cita a Fernando Milagros, quien formó parte de Neurotyka junto a Johou. “Hablar de él al final es circunstancial, podría haber sido Chinoy o Pedropiedra, pero o no los conocía aún o no me rimaban con la melodía vocal. Igualmente con la canción donde nombramos a Tío Lucho, que trata del punk-dance y en vez de nombrar los Clash preferí poner una banda que conocía, me gusta y es chilena. No estamos sordos y menos ciegos. Somos una banda que escucha música, un hábito vital para la creación”.